Sólo contigo (Capítulo 6)

Eh!! pues bueno.... después de varias clases me puse a escribir más hahaha
espero les guste el cap ^^!!

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6.- Nosotros

Voz: disculpen… -dijo mientras abría la puerta- ¿quién los dejó entrar?

Al escuchar esta voz Maya y Aiji se separaron rápidamente

Aiji: estamos ensayando para nuestra presentación de las 7:00 pm –dijo un poco nervioso-
Voz: ah, entonces tendrán que salir porque ya van a comenzar los preparativos para el programa
Maya: uh, ¿tan tarde es? –Preguntó mientras miraba su reloj-
Aiji: si, entonces salgamos… -puso su mano derecha sobre la cabeza de maya y lo despeinó un poco- vámonos Maya.

Maya siguió a Aiji y se sentaron a esperar a que dieran las 7:00 pm. Los dos querían platicar algo pero a ninguno se les ocurría un tema de conversación. Maya comenzó a tararear una de las canciones que habían hecho

Aiji: hahaha… estás desafinado
Maya: ¡uuh…! No es cierto
Aiji: si, tu tono está un poco abajo
Maya: pues entonces ya no canto –dijo cruzando sus brazos-
Aiji: hahaha… me gusta cuando haces tus berrinches –dijo mientras dejaba salir una pequeña sonrisa-

Maya se apenó un poco y continuó con su berrinche. Por fin lograron sacar un tema de conversación y se quedaron platicando hasta la hora del show. El show dio comienzo y llamaron al grupo

Presentador: y ahora, sólo para ustedes, se presenta… ¡LM.C!

Los gritos de las fans se escucharon por todo el lugar, Maya salió seguido por Aiji y se pusieron en sus lugares, así comenzaron a tocar, Maya estaba saltando por todo el lugar, Aiji movía su cabeza y soltaba leves patadas mientras tocaba, Maya se puso a contra espalda con Aiji y comenzaron a agitar su cabeza al ritmo de la música, todo el público se les unía y movían su cabeza junto con ellos. Terminando la canción se logró escuchar un grupo de chicas gritando al unísono -LM.C, LM.C, LM.C- Maya se quedó viendo al grupo que gritaba, puso sus dos manos en sus labios y les mandó un beso, Maya y Aiji se despidieron y salieron del lugar. Uno de los ayudantes del Staff les llevó a un pasillo que llevaba a la salida trasera del lugar, lo mejor era que salieran en ese momento del lugar y se fueran a casa.

Aiji: ¿Qué fue eso? –Preguntó a Maya una vez fuera del lugar-
Maya: ¿Qué fue qué?
Aiji: el beso… -dijo volteando a ver a Maya a la cara-

Maya se quedó viendo a Aiji

Maya: emm… -no sabía que responder, no quería que Aiji se enojara-

Aiji puso a Maya contra la pared del lugar y puso su dedo índice en los labios de Maya

Aiji: todos tus besos deben ser solo para mí.

Maya al escuchar esto se sonrojó y estaba muy apenado, pero no dejó de ver a Aiji a la cara. Aiji no sabía por qué estaba actuando así, lo único que sabía era que tenía muchas ganas de besarlo, tal vez su actitud era sólo un pretexto para sentir sus labios junto con los de Maya. Aiji acercó su rostro al de Maya, por fin Aiji logró sentir la calidez de los labios de Maya, en verdad Aiji había olvidado lo tanto que sus labios lo provocaban, esta vez Aiji estaba más tranquilo y puso sus manos sobre la cadera de Maya y comenzó a besar los labios que tanto lo provocaban, para Maya, ese momento fue de lo más lindo que le había pasado hasta el momento, su sentimiento hacia Aiji era muy fuerte y no quería perderlo nunca. Terminando el beso Aiji miró a Maya con una sonrisa en el rostro.

Aiji: Espero que te quede claro –dijo despeinando otro poco a Maya-

Maya estaba muy feliz y no pudo evitar dejar salir una sonrisa

Aiji: entonces…, supongo que debemos ir a nuestras casas –dijo bajando un poco el ánimo-
Maya: mm… ¿Puedo irme contigo? –preguntó dudando un poco?
Aiji: ¡¿eh!? ¿No puedes ir a tu casa?
Maya: ¡no es eso!, es que quiero pasar más tiempo contigo, fue casi un mes lo que estuviste evitándome y la verdad es que te extraño muchísimo.
Aiji: haha… ok, además quiero saber que estuviste haciendo todo el tiempo en que no nos vimos
Maya: a, pues…

Así todo el camino Maya fue contando todo lo que hizo durante ese tiempo, aunque no fue mucho. Aiji también le contó a Maya todo lo que había hecho y cómo fue que se sintió durante todo ese tiempo. Llegando a su casa Aiji abrió la puerta dejando pasar a Maya primero, Maya tomó asiento en la sala, Aiji entró a la cocina, Aiji salió de ésta con las manos en la espalda.

Maya: ¿Qué traes atrás? –dijo levantándose-
Aiji: lo que pasa es que…, como no podía dejar de pensar en ti… compré esto

Aiji pasó el objeto al frente, era un árbol de chupachups, los ojos de Maya se iluminaron al verlo, lo tomó y lo puso en la mesa de centro, maya se acercó a Aiji y le dio un beso en la mejilla.

Maya: ¡muchas gracias Aiji! –tomó una paleta, la desenvolvió y se la llevó a la boca mientras volvía a sentarse en el sillón-

Hubo un momento de silencio, Aiji se sentó cerca de Maya y lo miraba, como la primera vez que estuvo en su casa, Maya volteó y lo miró fijamente.

Maya: oh…, que mal educado soy –Dijo dándose un pequeño golpe en la cabeza- ¿Quieres una?
Aiji: no gracias –Dijo moviendo su cabeza de un lado a otro- no puedo comer dulces.
Maya: ¡eh!, ¡¿por qué!?
Aiji: lo que pasa es que estoy enfermo y debo cuidar lo que como
Maya: ¡ah!, entonces…

Maya subió sus rodillas al sillón y se puso como un pequeño gatito, gateando lentamente se acercaba a Aiji.

Aiji: ¿ma… ya…? –Dijo mientras se hacía para atrás- ¿qué…?

Aiji no pudo terminar su pregunta, su voz no podía salir ya que en ese momento Maya se encontraba encima de Aiji, Aiji veía el rostro de Maya, todo su cabello caía alrededor de su cara, Maya acercó su chupachups a los labios de Aiji llenándolos de este dulce caramelo, Maya tenía una mirada que Aiji nunca había visto en Maya, su mirada era igual a la de un niño pero al mismo tiempo mostraba el deseo que Maya sentía, cuando terminó de untar sus labios con chupachups, Maya acercó su rostro al de Aiji y con su lengua limpió los labios de Aiji, esto provocó que Aiji tomara a Maya por el rostro e hiciera lo mismo que Maya le había hecho anteriormente, los labios de Maya estaban extremadamente cálidos y húmedos, el caramelo hacía que sus labios se pegaran, cada vez que se alejaban un poco sus labios se quedaban pegados, lo que provocaba que su beso no terminara, finalmente Maya entreabrió sus labios permitiendo que Aiji introdujera su lengua dentro de la boca de Maya, Maya sintió como Aiji puso sus manos sobre su espalda y comenzó a acariciarlo.

Maya: te quiero Aiji –dijo interrumpiendo uno de los besos-
Aiji: Yo también te quiero mucho Maya

Los dos se quedaron abrazados un momento

Maya: creo que ya es momento de dormir –Dijo mientras se quitaba de encima de Aiji-
Aiji: si… creo que tienes razón –Dijo un poco desconcertado-
Maya: ¿por qué ese tono Aiji?
Aiji: no… por nada
Maya: oh… bueno… entonces vamos a acomodar las cosas

Los dos subieron al cuarto de Aiji, Aiji le prestó un pijama, Maya fue el primero en entrar al baño para cambiarse de ropa, Aiji sacó el colchón de su closet y lo puso a un lado de su cama, una vez Maya terminó de cambiarse salió del baño y se acostó en la cama de Aiji como acostumbraba a hacer, Aiji entró al baño a cambiarse, estaba a punto de ver su cara en el espejo cuando se dio cuenta que Maya había escrito algo en él, había escrito “Te quiero”

Aiji: hay Maya, siempre tan tierno –pensaba-

Aiji abrió la puerta y asomó su cabeza

Aiji: Maya… -Dijo con una voz muy suave-
Maya: ¿sí? –Preguntó mientras se sentaba-
Aiji: gracias, yo también te quiero –Dijo con una sonrisa en la cara y cerró nuevamente la puerta-
Maya: ¡Wii!, ¡sí lo vio! –Dijo en sus pensamientos, tomó una almohada y la abrazó-

Después de un rato Aiji salió del baño y vio que Maya se encontraba durmiendo, Aiji se acercó a Maya y se quedó viendo el rostro de su tierno vocalista, tenía una cara muy inocente, Aiji no pudo contener el deseo de robarle un beso mientras dormía, así puso sus labios junto con los de Maya y le dio un tierno beso de buenas noches, Aiji se levantó para acostarse en el colchón y una suave voz interrumpió el silencio de la habitación

Maya: ¿Aiji…?
Aiji: ¿ah? –Contestó un poco sorprendido-
Maya: gracias…
Aiji: no tienes nada que agradecer –Dijo apenado-
Maya: mm… Aiji… -Volviendo a llamar a Aiji pero esta vez con un poco de vergüenza-
Aiji: ¿qué pasa Maya? –Preguntó mientras se tapaba con las cobijas-
Maya: tú y yo ¿qué somos?

Aiji no sabía que responder, ni él mismo lo sabía. Los dos tenían claro que se querían pero, ¿sólo eso significaba que ya eran pareja? Todo lo que habían hecho no correspondía para nada a una relación de amigos.

Aiji: me parece que tú y yo no podemos ser amigos –Dijo con un tono muy serio-

Ese tono asustó un poco a Maya pues pensaba que había hecho una mala pregunta y Aiji comenzaría a alejarse nuevamente

Maya: ¿volverá a evitarme? –Pensaba- ¡No quiero eso! –Maya tapó su rostro con las cobijas de la cama-
Aiji: maya…
Maya: ¿mm…? –respondió asustado por lo que Aiji podría llegar a decirle-
Aiji: ¿quieres ser sólo mío?

Estas palabras sorprendieron totalmente a Maya, una vergüenza llenó su cuerpo, no pudo evitar el sonreír por tanta felicidad que sentía pero, no quería que Aiji viera esa expresión que tenía en su rostro, por lo que no quitó las cobijas de su cara.

Aiji: ¿mm…? –Preguntó para presionar la respuesta de Maya-
Maya: sí… -Dijo con un volumen de voz casi imperceptible-
Aiji: ¿cómo?
Maya: ¡sí! –Dijo con un volumen de voz más alto-
Aiji: ¿estás seguro? –Preguntó para confirmar sus sentimientos-
Maya: ¡sí!, estoy seguro –Dijo mientras destapaba su rostro-
Aiji: estoy feliz Maya, gracias por estar a mi lado…

No hubo ninguna respuesta por parte de Maya, se produjo un corto silencio el cual, nuevamente, fue interrumpido

Maya: Aiji… -Preguntó con una voz llena de nervios-
Aiji: ¿qué pasa?
Maya: pue… -Hubo un corto silencio- ¿puedo… dormir junto a ti?
Aiji: ¿eh? –Dijo con sorpresa- ¿en la misma cama?
Maya: si… -Dijo totalmente sonrojado-

Aiji se levantó del colchón y se acostó a un lado de Maya, los dos miraban al techo, ya no sabían que decir o hacer, ambos se encontraban congelados por la pena que sentían. Después de un rato Aiji comenzó a sentir una calidez en su mano, sintió como Maya tomó su mano, su piel era muy suave y delicada, su piel era tan suave que parecía estar tomando la mano de un niño. Aiji se tranquilizó un poco y entrelazó su mano con la de Maya.

Maya dejó salir una pequeña sonrisa y comenzó a dormirse, pero antes de quedar completamente dormido, sintió como Aiji comenzó a acercarse a él. Una vez Aiji estaba lo suficientemente cerca, puso su brazo sobre Maya y lo abrazó, Aiji le dio un beso en la frente.

Aiji: te quiero –Dijo con una voz muy suave-

Al siguiente día, Maya comenzó a despertar, abrió sus ojos pero la luz lo impedía, una vez se acostumbró a la luz vio a un lado buscando a Aiji, pero éste ya no se encontraba ahí.

Maya: ¿Aiji? –Preguntó mientras se sentaba en la cama-

Pero nadie contestó. Maya pasó al baño a lavarse la cara, se cambió y peinó un poco su cabello, bajó a la sala para ver si estaba ahí, pero la sala se encontraba vacía, Maya escuchó unos pequeños ruidos en la cocina, se acercó a la puerta de ésta y la abrió. Un aroma delicioso salió del lugar, y ahí estaba Aiji, sirviendo comida en unos platos.

Maya: ¡Wow Aiji! ¡No sabía que cocinaras! –Dijo sorprendido-
Aiji: ¡Haha! No cocino, fui a comprarlo hace un rato –Dijo sonriendo-
Maya: ¡Haha! Ya decía yo…

Así los dos desayunaron y dedicaron aproximadamente tres horas a ensayar, después de un rato, Maya se retiró a su casa.

Una vez Maya estaba en su casa, éste no podía dejar de pensar en Aiji, quería regresar para estar con él pero no podía, Maya se puso a ensayar un rato sus canciones y así pasó el lento día de Maya. Al siguiente día Maya fue a buscar un trabajo de medio tiempo, lo único que logró encontrar fue un trabajo como mesero de un café, necesitaban tanto de otro mesero que comenzó a trabajar ese mismo día. Maya se puso un uniforme que tenían ahí, era todo negro con una camisa blanca, y comenzó a trabajar, había otro chico trabajando en el lugar, este chico tenía un semblante muy agradable, tenía el cabello rubio con un mechón morado, utilizaba lentes rectangulares pero de buen gusto, tenía perforado el labio inferior en el centro. Este chico se acercó a Maya rápidamente.

Chico: ¡Hola!, ¿eres el nuevo mesero?
Maya: emmm… sí –Dijo un poco apenado-
Chico: Y, ¿cómo te llamas?
Maya: Me llamo Maya, mucho gusto
Chico: ¡oh!, mucho gusto, yo me llamo Takeru –Dijo estirando su mano derecha para darle un apretón de manos-

Maya estrechó su mano con la de él y así comenzaron a trabajar. Durante las siguientes semanas Takeru y Maya se volvieron amigos muy cercanos, se contaban todo lo que hacían y lo que pasaba en sus días, pero Maya nunca comentó a Takeru de su relación con Aiji, pues Maya tenía miedo a que le viera diferente y dejara de hablarle, así mismo Maya contó a Aiji sobre su nuevo compañero de trabajo.