SMS (Capítulo 8)

-Servicio de Mensajeria Secreta-

¿Cuando un simple mensaje de texto llega a ser una tortura?
"Tú decides cuando termina el juego..."

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Mientras tanto, en el estacionamiento privado...

- No vas a ser más listo que yo… Ya lo tengo todo previsto y calculado. Hoy, esta noche, nada puede fallar. Serás mio, quieras o no. -Pensaba el otro Anonimo mientras sus ojos bellisimos y perversos veian panoramicamente el estacionamiento desde la ventanilla polarizada del automovil negro en que estaba esperando como un león a su presa.

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- ¿No oiste eso Akira?
- Solo me basta con... ahhh... oirte gemir...
- ¡No sonso! -se incorporo un poco, junto con su amante con los cuerpos sudorosos- ¿Acaso no oiste un disparo?
- Mmm... puede haber sido el ruido de un fuego artificial. No dudo que con semejante fiesta no hagan un espectaculo con eso también.
Takanori se cruzo de brazos. Akira trataba de 'destrabarlos' mientras besaba el cuello del pequeño a la vez que le revolvia el cabello.
- ¿Ahora que pasa, mi vida?
- Ah? Que? -Reita lo fulmina con la mirada- Es que también recorde que Kai nos encontro... asi.
- Quedate tranquilo, él es un buen amigo y sabra guardarnos el secreto. -Le guiña un ojo y sigue con su labor.

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- ¿De verdad quieres que me quede aquí, e ir tu solo?
- No sé Maya… No lo sé. -Se apoya contra el vanitory de mármol con ambas manos y se saca el antifaz- Hay un problema... una gran diferencia que puede llevar a arruinarlo todo.
- ¿Cuál? ¡Si lucimos iguales! -da un giro de superstar.
- ¡Maya por favor! -Lo sujeta de un brazo y lo voltea hacia el espejo en el cuál estaba viendo su reflejo- ¡Mira tus cachetotes! ¡Mira los mios! ¿No crees que se dará cuenta?
Maya: ¡Oye! -Le da un coscorrón en la cabeza.
- Entonces, ¿Qué podremos hacer?
- Bueno... -se rasca la nuca- ¿Y si bajamos los dos juntos? Vamos a confundirlo. Primero bajas tú y caminas por el lugar, luego te escondes y salgo yo, y luego salimos los dos… es decir, que él se confunda.
- No es mala idea… ¡Tu cabeza funciona después de todo!

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El dúo bajó al estacionamiento, y con cautela se escondieron detrás de un auto.
- Bien, primero iré yo para asegurarme de que no haya peligro. ¿Ok? -le dijo susurrante.
- Anda…

Aiji sale del 'escondite' y comienza a caminar sigilosamente por todo el lugar con un chupachups en su boca, llendo de una esquina a otra, tratando de aparentar calma. Pues sabia que Anonimo lo esperaria allí, viendolo.

- Mirenlo como camina tranquilamente… parece un conejillo, ¿No? -Preguntó como niño pequeño a sus guardaespaldas que estaban acompañandolo en el automóvil. Estos dos se miraron entre si confusos.
- ¿Salimos ahora Señor? -Inquirió uno mientras sujetaba la perilla del auto.
- Detente. Esperen… quiero ver que hace. Yo les daré la orden.

- ¿Lo viste Aiji? ¿Lo viste?
- Calmate… No, no pude verlo. Pero se que está aquí. -Chasqueo los dedos- Sal tú ahora, y haz exactamente lo mismo que yo. Si lo llegas a ver, no te asustes. Haz como si nada y vuelves aquí.

- Oigan, quiero que uno de ustedes salga y se oculte por aquel lugar. -Señalo un sitio- Creo que se escondió asi que quiero que sepan en dónde esta escondido. Solo eso, por el momento.
- Entendido Señor, ire yo.
Del auto negro salió un tipo alto. Se agachó y se escabullo hasta un cubo de basura. De allí pudo observar como Maya salía de su escondite.

El vocalista hizo tal cuál a Aiji, recorriendo el sitio despacio. Pero volvió junto al guitarrista con el mismo resultado: Sin ver a Anonimo.

- Señor, ya lo localize. Y se encuentra junto a otra persona de mismo atuendo. ¿Que desea que haga? -Le dijo por un mensaje de texto.
- Perfecto... ahora simplemente ven aquí con tu compañero.
El guardaespaldas regresó y les indicó en donde estaba escondidos Maya y Aiji.

- ¿Qué hacemos señor?
- ¿Que trajeron? ¿El gas adormecedor o los dardos?
- Trajimos dardos, pues no conseguimos gas.
- Ok, vallan allá y duérmanlos. Luego cúbranle los ojos y llévenlos a la habitación que les dije. Pero necesito que alguien los distraiga... así que uno de ustedes valla hacia aquel lugar y haga cualquier cosa que los confunda. Incluso podrían llevar una careta, así creerá que es “Anonimo”. -Comenzo a reir maliciosamente mientras masticaba un chicle.

Los dos guardaespaldas se bajaron del coche con un arma cargada con dardos tranquilizantes, y se acercaron sigilosamente al lugar donde estaba escondidos Maya y Aiji.

- ¿Ahora que? -susurró.
- No sé May… ¡Mira! -Señaló a un tipejo que caminaba a unos 10 metros de distancia de su escondite.
- ¿Será ese Anónimo?.
- Eso parece, haz silencio Maya.

En ese momento un dardo se clavó en el trasero de Aiji.
- Maya…. Mierda… -Se estaba quedando paralizado por el impacto.
- ¿Qué? ¿Que te sucede Aiji? -Lo toco por el hombro.
- Sácalo, saca esa joda que tengo atrás.
Aiji calló arrodillado al suelo debido al dolor y también a que la droga comenzaba a hacer efecto en su delicado cuerpo.
Cuando Maya se agachó para ver que era lo que tanto le molestaba a Aiji recibió otro impacto en su espalda baja.
- ¡¿Que diablos!? Sácame esa joda ¿Qué mierda es esto?
Aiji gira levemente su cabeza para ver a Maya pero lo ve quejándose de dolor y con un dardo en su trasero también.

- Jefe, ya les disparamos a los dos. Esperamos a que estén completamente sedados.
- Perfecto… -Susurró.

Aiji, como pudo, sujetó el dardo que tenía Maya y pudo sacarlo antes de que ambos cayeran completamente sedados al suelo.
Los guardaespaldas quitaron el dardo de Aiji y les cubrieron los ojos a ambos con una venda negra. Luego los llevaron a la habitación que Anonimo había indicado.
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Mientras, en la habitación en la que habia entrado Kai...

- ¿Escuchaste eso? Esa bala pudo haber perforado tu cuerpo… Y si no te callas llenaré tu cabeza de plomo ¿Entendido?
Kai asintió con la cabeza.
Desató las piernas de Kai, dejando su arma sobre el abdomen del baterista, se quitó la parte de abajo de su traje.
- Chupame la mano.
- ¿Que?
- Solo hazlo.
Hacerlo su mano hacia la boca del ahora no sonriente baterista e hizo tal cuál pidio. Luego, se masturbó lentamente con la mano ensalivada mientras mordía las tetillas de Kai.
Abrió las piernas de este y se acerco a oler sus genitales. Rozo el cañon de su pistola por el ano, e introdujo así sin más su miembro caliente dentro de él, Kai no pudo evitar dejar salir un grito de dolor de su garganta.
- ¡Cállate o te mato! —dijo mientras hundía el cañón del arma en el abdomen del baterista.
Las manos de Anonimo sujetaron fuertemente las caderas de Kai para ayudarse y poder embestirlo con mayor comodidad. Sin duda, gozaba sadicamente de aquello, pero obviamente, Kai no. Sus ojos escurrían amargas lágrimas.
Kai solo deseaba que aquella pesadilla que se repetía una y otra vez se terminara rápido, por lo que cedía a todo lo que su verdugo mandaba.

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El otro Anonimo entró a la habitación y lo que vio fue un poco perturbador, pero eso era lo que él deseaba.
Maya y Aiji estaban sentados en una silla, con los ojos y la boca cubiertos por pañuelos, y maniatados.
Ambos al sentir la presencia de otra persona en el lugar, intentaron hablar pero la mordaza acallaban sus gritos.

- Shhh! Estén tranquilitos… Háganme caso y todo saldrá perfecto. Escuchen, tengo un arma… y si me desobedecen descargaré su contenido en sus cabecitas. Eso es para que sepan que con Anónimo nadie se mete -Decía mientras jugaba con el arma y hablaba en un tono sumamente egócentrico.
Se quitó la máscara y la chaqueta, se acercó y les quitó la venda de la boca mientras decía:
- Hagan todo lo que yo les pida y todo saldrá bien. Tal vez ya sepan quien soy, y si no lo saben, es mejor que nunca lo sepan. Entonces… ¿Harán todo lo que les pida?
Les quito solamente las mordazas.
- ¿Nos dejarás salir de aquí? -Escupio hacia un costado.
- Primero, ¡Se limpio hombre! Que este lugar es de lujo. Si, los dejaré irse… pero luego de tener lo que quiero -Se acerca a Maya y le beso los labios- A este gordito, eso es lo que quiero encaprichadamente.
- ¡No te atrevas a hacerle nada a Maya!
- ¡Oh! -dijo sarcastico- ¿Te gusta el niño?
Aiji guardó silencio y Maya se sonrojó levemente.

Si le digo que sí, tal vez deje a Maya en paz -Pensaba, consideraba, analizaba todas las reacciones posibles de Anonimo.
- Sí… me gusta mucho. ¿Y que con eso?
- Ah, ya veo… Bueno entonces tengo una idea mejor, una linda idea…

Se acercó por detrás de ambos y les quitó las correas con que estaba amarrados dejándolos libres del amarre.
Enseguida Aiji intentó quitarse la venda de los ojos.
- Hey, cálmate… solo lo hice para demostrarte que puedo ser considerado. Hagan lo que les pido y todo saldrá bien. No intentes quitártelo porque te ira mal -dijo mientras ponía el cañón del arma en la barbilla de Aiji- Puedo cometer un error, y... ya sabes, no querrás que de el detalle del asunto. ¿No?
- ¡Basura! ¡Hijo de perra! -Obviamente que solo lo penso y se guardo el comentario para él.
- Ok, esta bien… -Retrocedió unos pasos- Maya ¿Estas bien? -Susurró estirando sus manos para intentar tocarlo.
- Está perfecto… Y estará mejor aún.

Sujetó las muñecas de ambos y las unió con una esposa, quedando así Aiji y Maya unidos por esa maldita cadena.
- Ponte de pie niño -Dijo a su oído.
Maya se puso de pie y Anonimo lo sujetó por los hombros y lo llevó hasta una cama. Demas esta decir que estaba temblando como una hoja de otoño siendo revuelta por el viento.

- Déjanos ir, por favor. -Suplicó.
- ¿Quieren irse? -Realmente parecia sincero.
- ¡Obvio! -siempre con su brío.
- Pueden irse… -Los empujo a ambos con fuerza- Después de que hagan el amor sobre esa cama. Bah... "Amor" es una palabra demasiado melosa.
- ¿¡Qué!? Pretendes que…
- Si, ¿Acaso no fui lo suficientemente claro?
- Y si no queremos, ¿Que con eso?
- Los mato. ¿Fácil no? -decia mientras jugaba con su arma.
Maya se acuesta sobre la cama y Aiji tuvo que seguirlo.

- No quiero darles instrucciones… Solamente -suspira- Haganme ver la acción. Formarian una buena pareja para rodar un film porno ¿Sabían?

Guiandose por el perfume de Maya, el guitarrista se acerco a su cuerpo.
- Sólo hagamoslo y saldremos de ésto enseguida. -Le dijo aún sentado en la cama.
- Pero tengo miedo Aiji... mucho miedo.

- ¡No quiero escucharlos hablar! Sólo gemir. Sino… -Hizo sonar el gatillo del arma.
- Lo siento Maya -Le susurró mientras besaba su oreja.

Otra vez recurria a su absurda psicología.
- Si me hacen caso, puedo soltarlos y con mucho gusto.
- ¿Qué mierda quieres entonces?
- Los soltaré. Pero si se quitan la venda, gritan o me desobedecen los mató. ¿Entendido?
Aiji solo suspiro mientras Anonimo se acercaba y les quitaba las esposas a ambos.

- Ahora, basta de tanto dialogo y simplemente háganlo… Y no hagan nada en contra de las reglas que le acabo de dar o… -Hizo sonar de nuevo el gatillo de la pistola.
Una vez liberados de las mordazas y las esposas, comenzarón a hacer a contra de su voluntad. Aiji se puso en cuatro sobre Maya y este empezó a besarlo timidamente.
Anonimo se recostó en un sofá, se puso cómodo y sujetó el arma mientras veía aquel espectáculo.
- Aiji te quiero. Gracias... por hacer esto. -Susurró casi imperceptiblemente.
Aiji llevó su dedo índice a la boca de Maya haciéndolo callar y de allí lo bajó hasta su pecho, comenzó a desvestirlo torpemente pues aún tenían ambos los ojos vendados. Comenzó a besar el cuello de Maya y luego su pecho, hasta ese momento ningún tipo de erección de había hecho presente en el cuerpo de ambos.
El mayor estimulaba los pezones de Maya cuando le bajo los pantalones y junto con ellos su ropa interior para masturbarlo oprimiendo la punta y jugando con su glande.
- Nhn... Ahhhh..!!
La boca de Aiji se posó suavemente en la punta de su miembro, y poco a poco comenzó a recorrerlo y al tenerlo completamente dentro de su boca, comenzó a hacer movimientos de arriba abajo.

Su excitación creció de tal forma que Aiji no tuvo tiempo de reaccionar al momento en que Maya se vino dentro de su boca. Viscoso, blanquesino y sabroso... ambrosia de los dioses. Dirigió su dedo primero en su propia boca, untandolo de la escencia de Maya. Luego lo introdujo muy lentamente por el ano de su compañero, al tiempo que continuaba lamiendo su miembro. Maya solo gemía y su rostro estaba bastante sonrojado.
El guitarrista solamente habrio la bragueta de su pantalón y bajo un poco su ropa interior, solo lo suficiente y se arrodilló frente a su vocalista, quien abrazó a Aiji por las caderas con sus piernas. El lo comenzó a penetrar a Maya con toda la delicadeza que podía y sin embargo, sentía dolor. Aiji lo notó porque lo vió morderse los labios y apretar los puños con fuerza...

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Estaba arrodillado y abrazandose a si mismo desnudo en el suelo...
- No... no quiero. No... no quiero. No... no quiero.
- ¡Ya deja de decir eso que me aburres!
- No... no quiero. No... no quiero. No... no quiero.

Anonimo se agacho hasta el suelo y lo samarreo.
- Ya lo hicimos. Logre lo que queria. Tú no tienes ni idea todo lo que tuve que hacer para cumplir esta fantasia... ni te imaginarias.
- No... no quiero. No... no quiero. No... no quiero.
- Pero ya esta. Y yo, por mi parte... espero haber terminado de cumplir mi pacto con el Diablo.