Sólo Contigo (capítulo 9)

Eh!!! perdonen la tardanzaaa!!! aquí taaa el cap 9!!
muahahahaha xD!!!
como cada fin de semanaaa mish!! xD
esperooo les gusteee hahaha *o*!
hecho con mucho esfuerzo y dedicaciooon
y clases perdidad xD!

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9.- La mentira

Durande una semana Aiji estuvo cerca de Maya. Maya parecía estar perdido en otro mundo, había dejado de reír como antes, Aiji no quería que Maya se encontrara así eh hizo todo lo posible por animarlo pero no lo logró. Había veces en las que maya veía su celular y se ponía peor de lo que estaba pero Aiji no se atrevía a preguntarle el porqué. Sólo faltaba una semana para firmar el contrato y Maya seguía demasiado serio e inmerso en sus pensamientos.

Aiji decidió que lo mejor era darle su espacio a Maya y esperar a que se recuperara. Así llegó el 10 de septiembre, el día en que cumplían un mes de andar juntos, pero Aiji no se atrevió a hablarle a Maya por su situación. Ya era 14 de septiembre, un día antes de la firma con Pony Canyon, Aiji se encontraba en su casa ensayando unas canciones que recién estaba escribiendo, en ese momento el timbre de su casa sonó, Aiji extrañado bajó a abrir la puerta.

Aiji: me pregunto ¿quién será?, es demasiado tarde como para esperar visitas -se preguntaba mientras bajaba-

Al momento en que Aiji abrió la puerta éste quedó muy sorprendido, Maya se encontraba ahí parado con una cara muy seria, tenía puesta una chamarra negra y el gorro de ésta le tapaba parte del rostro.

Maya: Aiji, ¿podemos hablar?
Aiji: si… está bien –dijo dejando pasar a Maya-

Aiji se encontraba un poco emocionado por la visita de Maya pero al mismo tiempo tenía miedo a que Maya dijera alguna mala noticia debido a su tono de voz con el que le habló. Maya tomó asiento en la sala, Aiji se sentó junto a Maya y se quedaron en silencio. Aiji no sabía qué hacer, tenía muchas ganas de abrazarlo, pero sabía que no era apropiado invadir el espacio de Maya en ese momento.

Maya: Aiji… ¿en verdad quieres andar conmigo?
Aiji: ¿qué clase de pregunta es esa Maya?, claro que sí –dijo seriamente - ¿porqué lo preguntas?
Maya: es que, en esa situación (refiriéndose a lo que pasó con Takeru), tú dijiste que me amas, pero llevamos sólo un mes de andar y… comenzaremos nuestra carrera artística, ¿crees que lo nuestro la afecte?, no quiero ser una molestia para ti… y eh estado pensando todo el tiempo en eso, ¿en verdad quieres estar conmigo?, si no, lo mejor es terminar todo aquí.

Aiji se quedó atónito ante los pensamientos de Maya, en verdad estaba tan feliz con Maya que no había pensado en eso, en este momento Maya no parecía un niño inocente, en verdad estaba tomando este asunto con mucha seriedad. Aiji levantó un poco su mano derecha y la puso sobre la mano de Maya.

Aiji: Maya, sé que apenas llevamos un mes, y tal vez fue pronto decir eso, pero en verdad no quiero perderte por nada, y eres el único con el que quiero compartir mi vida, sabes que no me gusta verte triste, ya buscaremos la manera de estar juntos todo el tiempo –dijo con un pequeño nudo en la garganta-

Maya pudo sentir como esas palabras llegaban y penetraban su corazón, Maya quería explicarle a Aiji todo lo que sintió cuando Takeru actuó de esa manera, el hecho de que había imaginado que Takeru era Aiji, quería pedirle disculpas puesto que habían quedado que él sólo pertenecía a Aiji y aún así, había fallado, pero al momento de escuchar las palabras de Aiji, no pudo, no quería hacerlo sentir mal en ese momento por lo que una pequeña lágrima salió de sus ojos.

Maya: Aiji, tengo miedo… -su voz comenzaba a entrecortarse por las ganas de llorar-
Aiji: ¿de qué hablas? ¿porqué tienes miedo?
Maya: no puedo decirle nada a Aiji, lo mejor es que lo siga ocultando –dijo en sus pensamientos-
Maya: porque yo tampoco quiero alejarme de ti y lo que siento es muy fuerte, y tenía miedo de que no fuera correspondido, y cuando dijiste “te amo” estaba muy feliz, pero pensé que por la situación lo habías dicho sólo por quedar bien y eso comenzó a incomodarme mucho
Maya: perdona por mentirte Aiji, no es el momento para decir la verdad, por ahora deberás creer que esa es la razón por la que me puse así, algún día te lo explicaré ¿sí? –pensó-

Aiji se acercó a Maya, tomó su cabeza con delicadeza, la jaló suavemente hasta llevar su oído a su pecho.

Aiji: ¿escuchas Maya? –dijo acariciando su cabello- mi corazón sólo late para ti u no pertenece a nadie más

Estas palabras debilitaron completamente a Maya, y éste pasó sus brazos alrededor de Aiji para abrazarlo, Aiji sintió como las lagrimas de Maya traspasaban su playera, Aiji abrazó a Maya y poco después Aiji tomó el rostro de Maya, lo levantó un poco y le robó un beso el cual Maya correspondió con mucho cariño.

Maya: que tonto soy, perdón –dijo entre lágrimas-
Aiji: hahaha… no negaré eso, pero, ¿por qué debo perdonarte?
Maya: humm… nada olvídalo… -dijo escondiendo su cara en el pecho de Aiji-
Aiji: Maya, no me dejes con la duda, dime por favor
Maya: no, no es nada importante, olvídalo por favor
Aiji: bueno… -dijo para no incomodar más a Maya-
Maya: Aiji… te quiero…
Aiji: yo también te quiero mucho Maya –dijo acariciando su cabello-

Los dos volvieron a besarse y después del beso Aiji vio su reloj

Aiji: Maya, ¿piensas regresar a tu casa?
Maya: ¡no…no quiero! -dijo a modo de berrinche-
Aiji: ¿eh? –dijo desconcertado por el repentino cambio de actitud de Maya
Maya: ¿qué? –dijo poniendo su dedo índice en su labio inferior-
Aiji: ¿porqué de pronto tanta energía?, hace un momento estabas…
Maya: ¡Aiji! –dijo interrumpiéndolo- olvida eso, sólo fue un mal momento, ahora debemos estar felices de que estamos juntos, ¿no crees?
Aiji: ¿ok? –dijo dudoso- entonces, vayamos a dormir, recuerda que mañana es la firma del contrato –dijo mientras se levantaba del sillón-
Maya: ¡¿Qué?! -dijo muy sorprendido- ¿qué día es hoy? –dijo buscando su celular-
Aiji: 14 de septiembre
Maya: ¡AHH! ¡no lo puedo creer!, que rápido pasó el tiempo, ni cuenta me di que mañana firmábamos
Aiji: ¿o sea que no sabías que día era? Y… lo más seguro es que no hubieras ido ¿verdad?
Maya: emm… creo que sí –dijo llevando su mano derecha a la cabeza- hahaha
Aiji: ¡hay Maya!, bueno, menos mal que viniste hoy a mi casa, si no seguro mañana estaría hablándote al celular como loco, mejor vámonos a dormir –tomó la mano de maya, maya se levantó y se fueron al cuarto de Aiji-
Aiji: pasa a cambiarte al baño Maya, yo me cambio aquí
Maya: ok
Maya: que tonto soy –pensaba mientras se cambiaba- no debí haberlo preocupado tanto, sin embargo…

Maya no pudo terminar de formular su frase en su cabeza cuando su celular comenzó a vibrar, rápidamente maya lo sacó de la bolsa de su pantalón, era una llamada y para su gran sorpresa era aquella persona que tanto le había estado llamando, Maya no quería preocupar a Aiji así que no volvería a tomar esa actitud y así esperó a que se cortara la llamada para poder apagarlo.

Maya terminó de cambiarse y entre abrió la puerta

Maya: Aiji, ¿ya terminaste?
Aiji: sí, ya terminé

Maya salió del baño y puso sus cosas encima de un mueble, volteó a ver a Aiji y éste estaba sentado en la orilla de la cama

Maya: em… dormiremos juntos ¿verdad? –dijo un poco incómodo-
Aiji: pues normalmente es así ¿no?

Maya se quedó parado donde se encontraba y sólo bajó la mirada, esto puso el ambiente un poco incómodo, Aiji recordó lo que Takeru había hecho y pensó en lo que pudo haberle causado a Maya.

Aiji: ¡oh!, ¡disculpa Maya!, perdón –dijo levantándose rápidamente para ir por el colchón –perdona Maya, seguro hoy no quieres dormir conmigo –decía con un tono nervioso-

Aiji abrió las puertas de su closet, pero antes de que Aiji se estirara por el colchón sintió una calidez recorriendo los costados de su tórax, poco a poco ésta invadía toda su espalda, Aiji bajó la mirada para ver la causa de aquella sensación y pudo ver como los brazos de Maya lo envolvían por el pecho lentamente hasta que sus manos quedaron entrelazadas. Aiji no pudo evitar el ponerse nervioso pero, lentamente, fue olvidando aquél sentimiento, Maya recargó su mejilla en su hombro y así se quedó un momento.

Maya: te quiero Aiji
Aiji: yo también te quiero mucho Maya
Maya: no te preocupes, durmamos juntos –dijo con una voz muy suave y provocadora al mismo tiempo-
Aiji: ¿seguro no te incomoda?
Maya: no…, está bien

Aiji separó las manos de Maya y se dio la vuelta para poder ver el rostro de Maya , tomó sus manos y trato de ver su rostro, pero éste estaba con la mirada baja, Aiji soltó su mano derecha y tomó el rostro de Maya por la barbilla para poder levantarlo, su rostro estaba sonrojado, sus ojos vidriosos y con una mirada de nerviosismo y miedo, Aiji al ver esta expresión decidió no hacer nada, al parecer la situación era muy incómoda para él.

Aiji: no quisiera incomodar más a Maya –pensaba mientras se sentaba en la cama-
Maya: Aiji, ¿por qué no continuaste?, en verdad quería que me besaras y sentir nuevamente tus labios – pensó sin darse cuenta en la expresión que llevaba en el rostro-

Maya se quedó un momento parado donde estaba, apagó la luz y se fue a acostar junto a Aiji

Aiji: ¿seguro no estás incómodo?
Maya: seguro, no te preocupes

Los dos se acomodaron para dormir, Maya estaba acostado sobre su costado derecho, viendo a Aiji, Aiji estaba acostado sobre su espalda, viendo al techo, Aiji sólo esperaba que Maya se durmiera para poder verlo y abrazarlo sin que éste se incomodara, pero de vez en cuando volteaba a ver el rostro de Maya, Maya no quería dejar de ver a Aiji, pero el sueño le ganó. Una vez Maya quedó dormido Aiji se acostó sobre su costado izquierdo para poder abrazar un poco a Maya, se acercó un poco y puso su mano derecha sobre su tórax, pero al momento en que su manó lo tocó el cuerpo de Maya se estremeció dando un pequeño salto

Maya: Takeru… aléjate, por favor –dijo con una voz débil entre sueños-

Aiji al escuchar esto comprendió que Maya aún estaba muy afectado por los sucedido, era muy pronto para que Maya pudiera superarlo

Aiji: Maya, tranquilo, estoy aquí para protegerte
Maya: ¿Aiji? –dijo con un volumen muy bajo-
Aiji: sí, soy yo –dijo mientras se acercaba más a Maya y lo abrazó fuertemente-

Maya no volvió a responder nada, Aiji se encontraba preocupado pero decidió que lo mejor era quedarse con él y mostrarle que ahí estaba para protegerlo y no le volvería a pasar nada malo