Sólo Contigo (Capítulo 14)

AAAH!! después de una larga semana y navidad aquí
ando escribiendo hahahaha
espero les guste el capítuloo!! XD, me lo pasé escribiendo
en mi viaje al DF para ver a SHOKORA!!
hahahaha muy buen concierto por cierto eh! XD
me divertí muchísimo (** ustedes dirán, "y a nosotros
qué nos importa??" **) hahaha
pss si... bueno bueno!! XD DISFRUTEN
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14.- El grupo crece

El cielo comenzó a aclararse y los rayos del sol entraron por la ventana del cuarto. Maya se movió un poco haciendo que el sueño de Aiji se interrumpiera. Lentamente Aiji abrió sus ojos y lo que vio enseguida fue a Maya que se encontraba en sus brazos tal y como se había dormido.

Aiji: entonces, ¡no fue un sueño!... Estoy muy feliz de que por fin seas mío Maya –dijo en sus pensamientos mientras miraba fijamente el rostro de Maya mientras seguía durmiendo-

Después de unos pocos minutos Maya comenzó a despertarse y llevó sus manos a los ojos para tallarlos.

Maya: ¡Hum! –exclamó mientras se estiraba un poco-
Aiji: ¿Dormiste bien? –Preguntó Aiji acariciando la cabeza de Maya suavemente-
Maya: ¡Sí! –respondió muy feliz-
Aiji: Haha, parece que amaneciste de buenas
Maya: ¡Sí!... ¿por qué será? –preguntó sarcásticamente-
Aiji: Haha –Rió Aiji dejando salir una agradable sonrisa- bueno, hoy también hay que ir a trabajar Maya, apurémonos –Dijo Aiji levantándose de la cama-
Maya: ¡Ahh! ¿Enserio?
Aiji: Sí

Maya se levantó lentamente y se sentó en la orilla de la cama, ya que Maya estaba sentado, este apretó un poco sus ojos y puños en signo de dolor. Aiji volteó a ver a Maya y pudo observar sus expresiones de dolor.

Aiji: ¿Qué pasa Maya?
Maya: ¡Tonto!, ¡¿pues qué más?! –Dijo un poco exaltado-. Me duele

Aiji se acercó a Maya y lentamente los brazos de Aiji envolvieron su cuerpo hasta tenerlo totalmente rodeado.

Aiji: si quieres puedes quedarte a descansar
Maya: no, no, ¿cómo crees?, ¡yo voy contigo!
Aiji: Maya… -Dijo para comenzar un pequeño sermón-
Maya: ¡Ya sé, ya sé!, ya me voy a bañar para que podamos irnos a trabajar –Dijo interrumpiendo a Aiji-
Aiji: ¡Hay Maya!, nunca cambias. Entonces apúrate para que yo también me bañe.
Maya: ¡Sí! –Dijo mientras se dirigía al baño-

Aiji volteó a ver a Maya y pudo darse cuenta que éste caminaba raro debido al dolor.

Aiji: ¡Hahaha!, ¡Maya!, no camines como pato –Dijo para molestarlo-
Maya: ¡No molestes!
Aiji: ¡Haha!

En el momento en que Maya entró al baño y cerró la puerta, Aiji bajó a la sala para ver la televisión, Aiji prendió la tele en el canal de futbol y se puso a ver el partido que transmitían en ese momento, pero no puso atención a éste, él sólo pensaba en lo que había pasado esa noche, recordaba cada minuto de lo que hicieron, todavía no podía creer que en verdad hubieran hecho eso. El rostro de Aiji se sonrojaba cada vez que recordaba la imagen de la cara de placer de Maya, así estuvo por mucho tiempo hasta que Maya bajó a la sala sin que Aiji se diera cuenta.

Maya: ¿Aiji?, ¿Por qué tienes esa expresión en la cara? –Dijo sentándose a un lado de Aiji-
Aiji: ¡¿Eh?! –Exclamó sorprendido- ¿Cuál expresión?
Maya: pues esta… -Respondió para después imitar la cara que Aiji tenía-
Aiji: ¡HAHA!, ¿Yo tenía esa cara?
Maya: ¡Sí! –Dijo mientras seguía imitando la expresión de Aiji-
Aiji: ¡Ya deja de molestar!, ¡Haha!
Maya: ya, ya. Mejor métete a bañar para que podamos irnos.
Aiji: ok. –Respondió entre risas-

Aiji subió a bañarse mientras Maya se acomodó en el sillón para buscar algún programa en la televisión que fuera de su agrado, pasó todos los canales sin éxito alguno, así que se estiró y abrió uno de los cajones del mueble que se encontraba al lado del sillón para sacar una chupachups de éste, volvió a acomodarse en el sillón y se quedó observando un canal aburrido. Si bien parecía coincidencia, él comenzó a pensar en lo mismo que Aiji, en verdad había sido como un sueño para ambos. Al poco rato Maya quedó dormido en el sillón por falta de sueño. Cuando Aiji bajó a la sala, se dio cuenta que Maya se encontraba totalmente dormido, se acercó silenciosamente al cajón donde Maya tenía sus chupachups y sacó una, Aiji se puso detrás del sillón donde dormía Maya y pasó su mano con la chupachups al frente del rostro de Maya.

Aiji: Maya, despierta, ¡soy tu chupachups! –Dijo con una voz aguda muy extraña-

Maya comenzó a abrir sus ojos lentamente

Aiji: tenemos que ir a trabajar, ya levántate
Maya: ¡¿Eh?! –Exclamó tallándose un poco los ojos-. ¡Oh! Por fin mi amada chupachups me habla ¡Yey! –Dijo con un tono muy emocionado-
Aiji: Sí… pero, si no vas a trabajar no podrás comerme
Maya: hum… pues hay algo mucho mejor que tú, así que no te hagas la más importante –Dijo con un tono prepotente-
Aiji: ¿ah sí? –Preguntó un poco sorprendido por el comentario de Maya-. Y ¿qué es?
Maya: ¿vez a ese tonto atrás de mi?, eso es mucho más importante
Aiji: ¡Eh!, ¿a quién le dices tonto? –Dijo Aiji levantándose y hablando normalmente-
Maya: Haha –Rió para después levantarse y ponerse frente a Aiji y le robarle un beso-. Te quiero Aiji.

Aiji se quedó congelado, a pesar de que Maya ya era suyo no terminaba de acostumbrarse a esas repentinas acciones de Maya.

Maya: Pues vámonos –Dijo entrelazando su mano con la de Aiji-

Así, ambos salieron de la casa de Aiji para ir al trabajo, pero antes de estar en la calle, Aiji soltó la mano de Maya pues sabían que nadie podía verlos de esa manera, Maya no dijo nada y comenzaron con su pequeño viaje. Durante el camino Maya le iba que sentía que algo hacía falta durante los conciertos. Aunque ellos siempre daban todo de sí en el escenario, Maya quería algo más, algo que pudiera entretener a la gente y no sólo estar atentos a la música. Aiji aportó varias ideas pero ninguna convencía a Maya, acercándose a un puente ambos vieron a un grupo de personas que, al parecer, observaban algo.

Maya: ¡Mira, mira!, ¿qué habrá ahí?
Aiji: seguro es algún show callejero
Maya: ¡Vamos a ver! –Dijo emocionado-
Aiji: No Maya, debemos llegar a tiempo al trabajo, además… -Aiji volteó a ver a Maya pero éste ya no estaba a su lado-. ¿Maya?, agh.

Aiji buscó a Maya y pudo ver que éste se encontraba entre las personas que observaban el show, así se dirigió hacia donde estaba él.

Aiji: ¡Maya, vámonos!, vamos a llegar tarde al trabajo –Dijo tomando a Maya por la muñeca-
Maya: ¡Mira! –Exclamó para soltarse-

Aiji decidió observar un poco, dirigió su mirada hacia el show y ahí se encontraban dos personas de aparentes 23 años, uno bailaba en la calle al ritmo de una canción reproducida en una maquinita de baile llamada Dance Dance Revolution, mientras que el otro bailaba en éste juego, al parecer era su amigo. El chico que bailaba en la calle mostraba mucho sentimiento en sus movimientos, en verdad transmitía ganas de bailar con él, pero no era sólo eso, sino que involucraba a la gente que los observaban, había una gran interacción entre él y el público. La canción del juego llegó a su final y con ésta el baile del joven. Todos aplaudieron y comenzaron a dispersarse, pero en ese momento Maya se acercó al joven y lo tomó por el hombro

Maya: ¡oye!, disculpa…
Joven: ¿qué quieres? –Dijo en un tono grosero mientras quitaba la mano de Maya de su hombro con un ligero golpe-
Maya: hum… -Exclamo con un poco de dolor-. Bueno, es que tenemos una banda y quería saber si podrías ayudarnos
Joven: y ¿por qué habría de ayudarte?
Aiji: Maya…, ya déjalo, no parece buena persona –Dijo interrumpiendo para jalar a Maya por el hombro-

Maya miró fijamente al joven y cedió ante la petición de Aiji, ambos continuaron con su camino pero apenas pudieron dar 3 pasos cuando algo detuvo a Aiji.

Joven: Espera… -Dijo jalando a Aiji por la camisa-
Aiji: ¿qué quieres? –preguntó con el mismo tono que él había usado con Maya-
Joven: ¿Tú eres Aiji, el guitarrista de pierrot? –Preguntó sorprendido-
Aiji: Eso no te importa –Dijo cortante para poder continuar con su camino-
Joven: ¿Tú también estás en la banda del rubio?
Aiji: Sí, pero eso no te interesa
Joven: si tú estás en el grupo, entonces ayudaré en lo que pueda –Dijo en un tono sutil-
Maya: ¡¿Enserio?! –Preguntó emocionado-
Joven: sí, pero es por Aiji, no por ti –Dijo con un tono grosero-
Aiji: No…
Joven: ¿No qué?
Aiji: si vas a tratar a Maya así, mejor olvídalo, no queremos tu ayuda –dijo dándose la vuelta-
Joven: está bien, prometo comportarme
Maya: ¡Aiji!, ya dijo que sí, ¿podemos llevarlo con nosotros?-Dijo usando un tono muy tierno-
Aiji: Maya, el asunto no es tan simple, primero hay que…
Maya: ¡Amigo!, ¿cómo te llamas? –Dijo ignorando a Aiji y jalando al joven por la muñeca-
Joven: ¡Eh!... pues me dicen Denki pero, ¿a dónde vamos? ¡Oh!, ¡Hiko vente! –Dijo volteando hacia la maquinita para llamar a su amigo-
Maya: Vamos a Pony Canyon
Denki: ¿La disquera?
Maya: ¡Sí!

Los cuatro se fueron directo a Pony Canyon y, ya que llegaron al lugar, todos entraron y se fueron directo al estudio.

Denki: ¡WOOOOW!, ¡qué genial! –Exclamó asombrado-
Hiko: ¡Mira Denki!, tienen el bajo que quería comprarme –Dijo emocionado- ¿Puedo tocarlo? –Preguntó dirigiéndose a Aiji-
Aiji: supongo que sí, está bien.

Así Hiko tomó el bajo, lo conectó a uno de los amplificadores del estudio y comenzó a tocar, Denki lo veía fijamente mientras comenzaba a mover suavemente su cuerpo al ritmo del bajo de Hiko. Maya y Aiji escuchaban atentamente lo que tocaba hasta que Hiko se dio cuenta que estaba siendo observado.

Hiko: ¿Qué?
Aiji: ¡Wow!… eso sonó muy bien –Dijo asombrado-
Hiko: ¡Eh!, ¿enserio? –Preguntó apenado-
Maya: ¡Aiji!, al parecer él también podría ayudarnos
Aiji: sí, estaba pensando en lo mismo
Denki: ¡Hey!, ¿se olvidaron de mí?, ¿no era a mí a quien necesitaban? –Preguntó interrumpiendo a Maya y Aiji-
Maya: ¡Ah! Sí, escucha esto y dime si puedes bailarlo

Maya puso una de las canciones que habían grabado, la canción comenzó y Denki la escuchaba atentamente, así Denki empezó a hacer unos pasos extraños pero no se veían mal, al contrario, parecían darle personalidad a la canción.

Denki: ¡Wow!, ¡qué ritmo!, me gusta –Dijo sin detener su baile-

En ese instante Hiko comenzó a hacer unas improvisaciones que sonaron extrañamente bien.

Denki: ¡Eso es Hiko!, tú si sabes de ritmo –Dijo haciendo unos movimientos diferentes-
Maya: ¡Wow!

En ese momento Maya se puso junto a Denki y trató de imitar sus movimientos, Aiji no pudo evitar dejar salir una sonrisa al ver el intento fallido de Maya por bailar, Maya se movía de una manera rara, no parecía estar bailando. El estudio se había vuelto una total fiesta, Aiji no se sentía con la confianza para unírseles, por lo que se sentó en el sofá del fondo para ver cómo los demás se divertían. Maya tomó una botella de agua y comenzó a cantar simulando que dicha botella era el micrófono y así, pasaron de ser una fiesta a una pequeña simulación de un concierto. Maya tomó una guitarra y se la dio a Aiji para que éste se les uniera, después de dudarlo por un momento Aiji se levantó y conectó la guitarra a otro amplificador y comenzó a tocar. Aiji comenzó a moverse cada vez más hasta el punto en que se sentía como si estuviera en un concierto. Todos se estaban divirtiendo mucho pero después de tres canciones Aiji se quitó la guitarra y detuvo la música.

Aiji: bueno, bueno, creo que es momento de detenernos
Maya: ¡EEH!, pero ¡¿por qué?! –Dijo haciendo un pequeño berrinche el cual Denki imitó-
Denki: ¡Sí!, ¡¿Por qué?!
Aiji: pues… ahora que ya escucharon nuestro trabajo… ¿quisieran ayudarnos a nuestro proyecto?
Maya: ¡Por favor! –Exclamó dirigiéndose a Denki y a Hiko-
Denki: Pues… yo todavía no entiendo que quieren que haga
Maya: ¡Ah!, es fácil, queremos que pongas ambiente a nuestros conciertos, que te la pases bailando y jugando con los fans
Denki: ¿Eh?, pues no sé, creo que primero debería verlos en alguno.
Maya: ¡Pero…!
Aiji: Denki tiene razón Maya
Maya: ¡Hum!, bueno… ¿y tú Hiko?, ¿qué dices?
Hiko: Pues me gustó su música, igual creo que debo pensarlo.
Maya: Bueno… -Dijo un poco desanimado-
Denki: mm… creo que hoy me quedaré con ustedes para escuchar lo que están grabando ahora
Hiko: Sí, yo también, tal vez pueda ayudar en algunas partes

Así Maya y Aiji les mostraron lo que llevaban de sus nuevas canciones y Hiko aportó algunas ideas para el bajo, las cuales mejoraron mucho el sonido de la canción, al parecer Hiko sería de mucha ayuda dentro del grupo ya que sus ideas eran muy originales. Todos se quedaron hasta al anochecer en el estudio, ese día avanzaron mucho en la elaboración de las canciones.

Denki: ¡AAH!, estoy cansado –Dijo estirándose-
Maya: ¿Cansado de qué si no has hecho nada?
Denki: Hum… pues no sé, pero estoy cansado
Hiko: Haha, hay Denki, nunca cambias
Aiji: pues entonces, creo que es todo por hoy, yo también estoy cansado. Si quieren seguir ayudándonos pueden venir al estudio después de la una, nosotros aquí estaremos.
Maya: ¡Sí!, y esta es una copia de nuestra agenda, por si quieren ir a algún evento.
Aiji: ¿de dónde sacaste esa copia?
Maya: ¡Ah!, siempre la ando cargando conmigo, tengo otra en mi casa.
Hiko: Ok chicos, muchas gracias
Denki: sí, gracias, parece ser que estar trabajando con ustedes es muy entretenido,¿ verdad Maya?
Maya: ¡Yey!, así es –Dijo Maya levantando su mano para invitar a Denki a que chocara su mano con la suya-
Denki: ¡Sí! –Exclamó para chocar su mano con la de Maya-
Aiji: Denki, ¿no se supone Maya te caía mal?
Denki: ¡Ah!, eso, es que pensé que era un hijo de mami, pero ahorita que estuvimos trabajando juntos, nos llevamos muy bien.
Maya: ¡Sí!, ¡Denki es genial!
Aiji: Ah, ok, entonces vámonos.

Todos acomodaron las cosas y salieron del estudio y se dirigieron a la salida principal de Pony Canyon, una vez estuvieron en la calle Hiko y Denki se despidieron para así irse juntos mientras que Maya y Aiji se quedaron parados en la calle. En ese momento Maya volteó a ver el rostro de Aiji esperando a que éste le invitara nuevamente a su casa, pues quería volver a pasar una noche de ensueño con él, quería volver a hacer feliz a su querido Aiji, pero el rostro de Aiji se encontraba muy serio, esto hizo que Maya se extrañara un poco.

Aiji: es mejor que vayas a casa
Maya: ¡Eh!, ¡pero, yo quería irme contigo!
Aiji: ¡Maya!, necesitas descansar
Maya: ¡Pero…!
Aiji: Nada de “pero”. A tu casa –Dijo con un tono un poco molesto-

Maya se estremeció al instante en que escuchó esas palabras y el tono que Aiji estaba utilizando, no entendía por qué de repente Aiji comenzó a actuar así. Aiji se dio cuenta de la reacción de Maya, pero sabía que era lo correcto puesto que, si llevaba a Maya a su casa no podría resistir la tentación de volver a hacerlo suyo, no quería abusar del cuerpo de Maya, por lo que decidió que lo mejor sería que no durmieran juntos esa noche.

Maya: está bien… entonces, vámonos –Dijo tristemente-

Aiji se sintió muy mal al escuchar esas palabras, la confusión comenzaba a invadir su cabeza, sentía que debía abrazarlo y consolarlo para que no se sintiera mal, pero, si hacía eso, terminaría invitándolo a su casa para que no se sintiera mal, y lo inevitable pasaría. Aiji desistió de sus sentimientos y pensamientos, y continuaron caminando en silencio hasta separarse en la estación del tren y despedirse con un frío “Adiós”