Nuevamente xD!!este capítulo no es apto para menores de edad LOL! XDhahahaha y y y kiero dar agradecimientos parala loca de pumpkin!! kien me ayudó en este cap!!es la estrella maestra tras ésta idea xD hahahaTE KIERO!! *o*! xDespro les guste... es una vuelta inesperada al asuntopero xD bueh! xD..................................................................................
16.- Sentimientos vacíos. Maya sacó las llaves de su pantalón, éstas se resbalaban un poco de sus manos debido a que el agua de la lluvia había mojado completamente la superficie de éstas. Con un poco de dificultad Maya abrió la reja de la puerta principal de su casa permitiendo el paso al pequeño patio de enfrente, la casa del perro se encontraba sobre el pasto, del lado derecho del jardín. El amado perro de Maya, Moco, se encontraba dentro de ésta, viendo como su amo y aquél desconocido entraban para después cerrar la reja, un pequeño camino de concreto atravesaba toda el área hasta llegar a la puerta de la casa. La casa era de 2 pisos, la fachada estaba pintada totalmente de blanco y tenía una vista un tanto sencilla, las cortinas de todas las ventanas se encontraban cerradas, así Maya se puso frente a la puerta de su casa y la abrió, rápidamente estiró su mano hacia la pared izquierda para presionar el interruptor que encendía la luz de la sala. Maya se hizo a un lado para que Aiji pudiera pasar y así cerrar la puerta, Aiji se quedó cerca de la entrada para no mojar el piso de la casa, así éste comenzó a ver lo que había alrededor, el piso de su casa estaba cubierto totalmente por una madera pulida de color claro, al lado izquierdo, junto a la entrada, se encontraba la sala, en la cual había una pantalla gigante de color negra recargada en la pared frontal de la sala, frente a la pantalla se encontraba una pequeña mesa de centro negra de forma rectangular, y, recargado en la pared de atrás, había un sofá forrado con piel negra, en dicha pared, sobre el sofá, había una ventana en la que se podía ver el patio frontal, la sala estaba adornada con algunos cuadros que tenían dibujados en ellos algunas frases japonesas sobre la superación personal. En el centro de la casa, frente a la entrada se encontraban unas escaleras de madera muy sencillas, éstas carecían de adornos, sin embargo combinaban muy bien con el estilo de la casa, del lado derecho de la entrada se encontraba una pequeña barra de madera y detrás de ésta, se encontraba la cocina, la cual contaba con una mesa en el centro del cuarto, ésta era para cuatro personas, su estilo era muy parecido a la mesa de centro de la sala, pues era toda negra y no perdía ese toque elegante; los muebles que se encontraban incrustados en la pared frontal y la pared del lado derecho de la cocina eran totalmente blancos, al parecer ahí guardaba todos los trastos, debajo de estos muebles se encontraba otro mueble de madera el cual tenía sobre él una reja para poder acomodar los trastos recién lavados y un lava platos, y al lado derecho de éste se encontraba la estufa y al lado derecho de la entrada se encontraba el refrigerador, a pesar de que la cocina era un poco pequeña parecía que todo entraba a la perfección, aunque el área de movilidad era un tanto reducida. Todo el lugar estaba impecablemente limpio.
Aiji: Yo pensé que Maya sería más descuidado en la limpieza de su hogar, parece del tipo de personas que no se ponen a limpiar muy seguido –Pensó Aiji al ver la limpieza de su casa-
Maya: no te preocupes, puedes pasar aunque estés mojado, ahorita te presto ropa para que te cambies, ¿ok? –Dijo interrumpiendo sus pensamientos-
Por un momento Aiji se había olvidado de la presencia de Maya, pero, al momento en que escuchó su voz, su enojo regresó rápidamente.
Aiji: no te preocupes por eso, sólo quiero que entiendas la situación. Maya… ¿Qué necesito hacer para que te quede totalmente claro que te amo?
Maya: no sé… -Respondió totalmente confundido -
Aiji: ¡¿Qué acaso no es suficiente lo que hago para demostrarte mi amor?! –Preguntó con un tono enojado debido a que las acciones de Maya comenzaban a molestarle demasiado –
El tono que Aiji usó en ese momento hizo sentir mal a Maya, Maya sabía que sus acciones habían sido muy infantiles pero, no las había pensado, simplemente las hizo puesto que se había dejado llevar por sus sentimientos y su confusión, no había pensado que Aiji se sentiría así.
Aiji: ¿Crees que no me preocupo por ti? Todas las noches me pregunto si lo que hice ese día fue suficiente para que estuvieras feliz, siempre me pregunto si pude haberlo hecho mejor, ¡esto no es fácil para mí! –Dijo con un tono un tanto agresivo haciendo que unas lágrimas recorrieran el rostro de Maya-
Maya: ¡Lo sé!, pero, ¡¿porqué llegaste con esa tipa?! Si tanto piensas en mi, debiste haber sabido que cada momento que pasamos juntos es importante para mí también –respondió con un tono de voz elevado-
Aiji: ¡Maya!… comprende que hay otras personas en las que debo pensar, tú eres la primera de ellas pero, no puedo dejar a las demás de lado sólo porque quieres que esté siempre contigo, ¡¿No puedes entender eso?!
Maya: ¡Mínimo podrías haberme avisado que estabas con ella!
En eso Maya tenía razón, sólo un pequeño mensaje por celular bastaba para que Aiji no hubiera tenido esa pelea con Maya.
Maya: Miyavi nunca me hubiera hecho algo así –Murmuró entre dientes mientras desviaba su mirada en dirección a la sala-
Aiji: ¿Qué acabas de decir? –Preguntó con un enojo que invadió totalmente su corazón-
Maya: ¡Que Miyavi nunca me hubiera dejado de lado como TÚ hiciste! –Respondió en voz alta y regresando la mirada hacia el rostro de Aiji-
Aiji: ¡Ah!, ¡ahora es Miyavi! ¡Entonces por qué no te vas con tu amado Miyavi! ¡¿Eh?! –El enojo corrompió tanto su corazón que no pensó sus palabras-
Maya: ¡Pues tal vez eso es lo que debería hacer!
Aiji: ¡¿Entonces qué esperas?! Seguro te encanta que ese estúpido prepotente te manosee y haga cosas en contra de tu voluntad, para después ir a besarse con otro tipo o tipa sin importarle tus sentimientos, ¡seguro eso es lo que quieres!,!¿ cómo no se me ocurrió?! –Dijo sarcásticamente-, tal vez debería hacer eso para que estuvieras contento y dejaras de actuar como un niño.
Maya: Pues si tanto quieres que me vaya con él ¡lo haré!, no necesitas decirlo dos veces.
Aiji: ¿Cómo es posible que Maya dijera eso después de decir que me amaba tanto? –Se preguntó en su mente mientras comenzaba a cerrar su mano derecha formando un puño-
En ese momento, un deseo incontrolable por golpear a Maya comenzó a mover su cuerpo, lentamente Aiji levantó su puño al nivel de la cabeza de Maya llevando su codo ligeramente hacia atrás, cuando Maya se percató de lo que Aiji intentaba hacer, éste puso una expresión que Aiji nunca había visto, estaba asustado, los ojos de Maya veían hacia su puño y después se desviaron a ver el rostro de Aiji, Aiji no pudo soportar la mirada de Maya por lo que bajó un poco la mirada, pero Maya pudo observar perfectamente el rostro de Aiji antes de que lo bajara, en su rostro sólo había enojo y celos.
Maya: En verdad me merezco esto por haber causado tantos problemas a Aiji, yo causé todo esto, ésta bien que reciba éste golpe si es Aiji quien me lo da –Pensó Maya mientras cerraba sus ojos dispuesto a recibir el golpe-
Aiji: en verdad eres un idiota –Dijo entre dientes y con voz totalmente desgarrada por el enojo-
El puño de Aiji comenzó a moverse en dirección al rostro de Maya, y, en ese momento, un fuerte golpe se escuchó por toda la casa, éste sonido hizo eco por cada pared que los rodeaba. Maya abrió lentamente sus ojos totalmente asustado y vio a Aiji, Aiji continuaba con la mirada baja pero Maya observó perfectamente como las lágrimas caían desde su rostro hasta el suelo, el cuerpo de Aiji comenzó a agitarse un poco debido a sus sollozos, rápidamente la mirada de Maya recorrió el brazo de Aiji hasta llegar a su puño, éste se encontraba del lado izquierdo de su rostro, a unos pocos centímetros de éste.
Aiji: En unos días tenemos una presentación, se vería muy mal que Maya fuera con un golpe en el rostro... No, no es verdad, esa no es la razón por la cual no pude golpearlo, simplemente, amo demasiado a Maya como para ponerle una mano encima –Pensó-
Maya no creía lo que había sucedido, ¿en verdad Aiji estuvo a punto de golpearlo?, ¿a tal grado le habían afectado sus acciones a Aiji?
Maya: soy un idiota, lo único que logré fue enfurecer a Aiji, ¿en qué estaba pensando?, no quería que las cosas llegaran a este extremo. Aiji, ¡perdóname! –Decía en su mente con mucho dolor-
Maya puso sus manos en su rostro y se recargó en la puerta para dejarse caer hasta sentarse en el suelo y comenzó a llorar totalmente desconsolado.
Maya: ¡Perdón Aiji!, yo no quería que nada de esto sucediera, en verdad no quería decir esas cosas, ¡Perdóname! –Dijo con una voz muy ahogada debido al llanto-
Aiji: Ya no hay nada que decir Maya… olvídalo, ¡Olvida todo! –Gritó con gran enojo-
Maya: ¡Pero!...
Aiji: Sólo déjame utilizar tu teléfono para llamar un taxi y ya.
Maya: Toma… –Maya le dio su celular, no sabía qué hacer para detenerlo, nada venía a su cabeza, todos sus sentimientos se venían abajo-
Aiji llamó al taxi y, sin detenerse a mirar a Maya, le devolvió su celular para abrir la puerta y cerrarla tras de él con gran fuerza, Maya puso su celular en el suelo, a un lado de él, para después abrazar sus piernas. Maya no dejaba de llorar, no podía creer que todo hubiera terminado así, y tan rápido.
Maya: ¡Qué tonto, pero qué hice!, ¡No quería que esto terminara así! –Exclamó entre sus sollozos-
El cuerpo de Maya estaba totalmente agitado, pareciera que el aire le faltaba y luchara por recuperarlo, su rostro estaba completamente húmedo y pasaba sus manos con frecuencia por sus mejillas para secarlo, pero no tenía resultado alguno, pues sus lágrimas rápidamente volvían a humedecerlo. Después de quedarse ahí llorando aproximadamente veinte minutos su celular comenzó a sonar, esta llamada comenzó a causar un gran conflicto a Maya.
Maya: ¿Quién podría ser?, ¿Debo contestar?, y si es Aiji, ¿Qué debo decir?, ¡No sé qué hacer! –Se preguntaba totalmente confundido-
Después de hacerse todas estas preguntas, tomó el celular y vio la pantalla esperando saber quien lo llamaba, pero en ésta sólo aparecía el texto “número privado”. Después de dos tonos más, Maya se decidió tranquilizarse un poco para poder contestar.
Maya: ¿Bueno? –Dijo con la voz cortada por el llanto-
Voz: ¿Maya?... ¿qué pasa?, ¿estás llorando? –Preguntó con un tono preocupado -
Maya se quedó totalmente sorprendido por recibir una llamada de aquella persona, no era buen momento para estar hablando con él, sabía que debía cortar la llamada lo más pronto posible.
Maya: No –Dijo tratando de detener su llanto- no es nada para preocuparse, sólo tonterías.
Voz: Maya, yo sé perfectamente que no lloras por tonterías, debe ser algo serio,
Maya: enserio no importa, platicamos luego ¿sí? –Dijo para después cortar la llamada sin esperar respuesta alguna-
Después de cortar la llamada Maya miró nuevamente la pantalla del celular para después dejarlo caer al suelo y llorar descontroladamente.
Maya: ¿Por qué me llamó él?, De todas las personas en el mundo, ¡no quería que él me escuchara llorar!, ¡¿Por qué?! –Pensó mientras su llanto se hacía más prolongado-
Maya comenzó a sentir un poco de dolor en su cuerpo por haberse sentado en el frío piso de su casa, por lo que fue a su cuarto a cambiarse. Su cuarto era muy sencillo, las paredes eran totalmente blancas, su cama se encontraba del lado derecho del cuarto, recargada totalmente a la pared, la cabecera estaba recargada en la pared del fondo y al lado izquierdo de la cabecera había una pequeña ventana que daba al patio frontal de la casa, al lado izquierdo de la ventana se encontraba un escritorio con una pequeña lámpara, en éste había muchas hojas donde se encontraban escritas algunas canciones. Finalmente, del lado izquierdo del cuarto había un mueble de madera con dos puertas corredizas, en éste guardaba toda su ropa.
Maya se acercó a su ropero y sacó una muda de ropa seca, la puso sobre su cama y se cambió de ropa, una vez que terminó bajó nuevamente a la sala y se puso a ver televisión dispuesto a dejar de pensar tanto en el asunto, tal vez la televisión podría entretenerlo un poco. Aunque Maya trató de poner toda su atención a la televisión no lo lograba, seguía dándole vueltas al asunto y así estuvo pensando alrededor de una hora.
Maya: Si no hubiera dicho nada, si no hubiera mencionado a Miyavi o me hubiera comportado así, seguiríamos juntos, sin problemas… lo arruiné todo –Dijo subiendo sus pies al sillón y escondiendo su rostro entre sus rodillas-
En ese momento el timbre de su casa irrumpió el silencio que había en su casa y con éste, su llanto.
Maya: ¿Quién será a estas horas?, ya casi es de madrugada… ¿Podría ser…? -Se preguntaba en su mente mientras se asomaba por la ventana de su sala-
Debido a que la luz de su sala se encontraba encendida no podía ver bien quien se encontraba afuera, sólo veía una sombra frente a su reja, Maya seguía forzando su vista para tratar de ver quién era pero no lo consiguió, por lo que decidió salir. Al momento en que salió, éste se percató de que la lluvia se había detenido, Maya se quedó parado en su entrada observando a aquel sujeto. Era alto, de cuerpo delgado pero con ropas muy holgadas, y traía el cabello totalmente negro y largo, pasando un poco de sus hombros, en ese momento usaba un gorro de invierno color azul.
Maya: ¿Quién está ahí? –Preguntó con sus brazos cruzados debido a que afuera hacía mucho frío-
El sujeto rápidamente se dio la vuelta al escuchar la voz de Maya.
Sujeto: ¡Ah!, Maya, que bueno que estés en casa, me preocupé al escucharte llorar, creí que lo mejor sería visitarte, ¿puedo entrar?
Maya al reconocer al sujeto quedó totalmente en shock
Maya: ese rostro, esas perforaciones… No hay duda que es él –Pensó-. ¿Porqué tienes que aparecer tú en este momento?... ¡No quiero verte!, ¡ya no más por favor!, ¡Vete! –Gritó Maya a mitad de aquella fría y húmeda noche para terminar con un pequeño sollozo-
Miyavi: Maya, ¡no te pongas así!, ¿qué pasó?, ¿por qué llorabas cuando te hablé? –Dijo recargándose en la reja-
Maya: ¡Cállate, tú tienes la culpa de todo! –Gritó mientras en su rostro se reflejaba el enojo que comenzaba a sentir-
Miyavi: ¿La culpa de qué?
Maya: de… de… -En ese momento los recuerdos de su pelea con Aiji hicieron que las lágrimas brotaran de sus ojos nuevamente-… de lo que pasó esta noche –Dijo con un tono ahogado-
Miyavi: Y ¿qué fue lo que pasó?
En ese momento Maya no podía decir nada, su llanto no se lo permitía. Tener frente a él a esa persona, viéndola llorar creaba gran confusión en su cabeza, Maya sólo quería alguien que lo escuchara, que le ayudara a resolver la situación y, ahí estaba, el primer amor de Maya, parado en la puerta de su casa
Maya: ¿Debo dejarlo pasar? –Se preguntaba Maya en su mente-, siento que, si lo dejara pasar, estaría traicionando a Aiji –En ese momento sus pensamientos comenzaron a crear estragos sobre sus sentimientos y, principalmente, sobre su amor hacia Aiji – pero… Aiji ya no me quiere ¿cierto?, no está mal que hable con Miyavi.
Maya bajó su mirada y, sin levantarla, se acercó a la reja para abrirla y permitirle el paso a Miyavi. Al momento en que Miyavi entro, el perro de Maya salió rápidamente de su casa para detenerse junto a Miyavi y comenzar a ladrarle desesperadamente.
Maya: Moco, guarda silencio o molestarás a los vecinos –Dijo dirigiéndose al perro como si éste entendiera lo que decía, pero Moco no dejó de ladrar haciendo que ambos entraran rápidamente a la casa-
Miyavi: parece que tu perro sigue odiándome ¿no? –Dijo quitándose sus zapatos y poniéndolos a un lado de la entrada-
Maya: así parece ser…
Una vez Miyavi terminó de quitarse los zapatos, fue directamente al sillón de su sala; pareciera que no era la primera vez que estaba ahí, Maya, con pasos lentos e inseguros, entró a la sala para después sentarse cerca de Miyavi.
Miyavi: entonces, ¿me contarás por qué es que estás llorando? –Preguntó con el peculiar tono prepotente propio de Miyavi para recargarse cómodamente en el sillón-
Maya, con su mirada baja y sus manos entrelazadas mientras jugaba lentamente con sus dedos, comenzó a explicarle la situación, Miyavi le observaba atentamente, pero más que poner atención a sus palabras, Miyavi se encontraba recorriendo su cuerpo con una mirada que expresaba un placer único; como Maya se encontraba con la mirada baja no se percató de que Miyavi no ponía total atención en sus palabras, sin embargo Miyavi escuchaba lo necesario.
Miyavi: ¿entonces eso fue?
Maya: si… -respondió con un pequeño suspiro-
Miyavi: Sabía que ese Aiji no te merecía –Dijo seriamente y un poco molesto-
Maya: no creo que sea eso…
Miyavi: ¡Cómo no lo va a ser!, ¿no te das cuenta?, nunca debió de haber salido con esa chica sin avisarte, ¡eso no se hace!, se me hace muy cobarde de su parte
Maya: ya sé, pero, no debí de haberlo tomado tan serio, de todos modos, era sólo su amiga de la infancia…
Miyavi: ¡pero claro que tenías razón para actuar así! –Exclamó interrumpiendo a Maya-. ¡Agh!, quiero golpear a ese idiota, además…
En ese momento Miyavi se levantó para apagar la luz de la sala y volver a sentarse junto a Maya Maya sintió como la cálida mano derecha de Miyavi tomaba su rostro por la barbilla para voltearla de un modo brusco pero tierno a la vez.
Miyavi: … nadie puede tocar a mi Maya, y mucho menos con intenciones de golpearlo, porque... después de todo, eres lo más importante en mi vida. –Dijo con un tono totalmente suave y con una mirada totalmente cálida-
Aquellas palabras confundieron aún más los sentimientos de Maya.
Maya: ¿qué es lo que en verdad siento por Miyavi?, ¿por qué comienzo a sentirme nervioso?, ¿por qué?, su rostro… sigue siendo demasiado llamativo, su piel sigue siendo muy suave y cálida, y sobre todo, el tono que usa conmigo, sigue siendo demasiado cálido.
Miyavi: si todavía no lo crees… déjame mostrártelo en éste momento. –Dijo con un tono muy provocador mientras acercaba lentamente su rostro al de Maya-
Miyavi comenzó a inclinar lentamente su rostro y a cerrar sus ojos, Maya se encontraba totalmente asustado.
Maya: ¿qué le pasa? –Se preguntó asustado en sus pensamientos-, ¿por qué está haciendo esto? ¡No!, ¡debo detenerlo!, no debo traicionar a Aiji…. –Al pensar en Aiji sus recuerdos irrumpieron totalmente sus pensamientos- … ¿Aiji?, pero… él ya no quiere continuar conmigo, eso… quiere decir… que… ¿está bien que regrese con Miyavi?, después de todo, Aiji ya no me quiere y, está mejor con esa chica ¿no?, después de todo, soy lo más importante para Miyavi, y yo… lo quiero…
En ese momento los labios de Miyavi se juntaron suavemente con los de Maya, Maya aún se encontraba asustado pero, después de llegar a la conclusión de que él no era importante para Aiji, decidió que lo mejor era dejarse proteger por Miyavi, como antes; por lo que Maya correspondió el beso entre abriendo un poco sus labios para permitir el paso de la lengua de Miyavi a su boca, Miyavi no lo pensó dos veces y comenzó a introducir su lengua para jugar lentamente en ésta. Mientras lo besaba, Miyavi subió sus piernas en el sillón para recargarse sobre sus rodillas y, sin soltar el rostro de Maya, comenzó a gatear hacia enfrente, empujando el cuerpo de Maya hacia atrás y recargarlo en el sillón y así Miyavi quedó sobre de él. Miyavi soltó el rostro de Maya y, con esa misma mano, recorrió su rostro hasta llegar a su nuca y tomar la cabeza de Maya fuertemente por el cabello.
Miyavi: ésta vez serás solamente mío, ¿entiendes?, yo te protegeré.
Maya: Hum… –Exclamó mientras asentía con su cabeza-
Miyavi interrumpió su apasionado beso para pasar delicadamente su lengua por la mejilla de Maya, Miyavi sentía perfectamente la piel suave y tersa de éste, provocando en él más ganas de sentir su cálido cuerpo, por lo que, mientras recorría su lengua hasta llegar al oído derecho de Maya, llevó su mano izquierda a la altura del cinturón del pantalón de Maya y metió suavemente su mano por debajo de su playera, pasando su mano por su abdomen y así comenzó a acariciarlo. Maya aún dudaba de la situación, pero su cuerpo comenzó a reaccionar ante los estímulos que las caricias de Miyavi le provocaban, haciendo que Maya pasara sus brazos por la espalda de Miyavi, acariciándola suavemente hasta llegar a su cintura, en ese momento Maya levantó la camisa de Miyavi y metió sus manos debajo de ésta para corresponder las caricias que Miyavi le proporcionaba. Miyavi jugaba con su lengua en el oído de Maya, esto provocaba una sensación extraña en el cuerpo de Maya haciendo que éste hiciera movimientos muy provocativos; Miyavi, al darse cuenta de esto, comenzó a morder delicadamente su oreja haciendo que los movimientos de Maya fueran más bruscos, éste levantaba suavemente su cuerpo al momento de recibir aquellas mordidas, era inevitable para él levantar un poco la parte inferior del torso.
Maya: ¡Ah!... Miyavi, ¿por qué haces esto? –Preguntó entre gemidos-
Miyavi: ¿no te lo dije antes?, eres lo más importante para mí, además, quiero mostrarte que yo soy mucho mejor que ese idiota –Respondió con la respiración un poco acelerada-
Al momento en que Miyavi terminó de decir sus palabras, comenzó a lamer nuevamente las mejillas de Maya, para pasar por sus labios y, delicada y sensualmente, morder el labio inferior de Maya que tanto placer provocaba en el cuerpo de Miyavi, el sentir aquella parte del cuerpo de Maya entre sus dientes era una sensación inexplicable para él, hacía que el placer se volviera incontrolable; después de morderlos con delicadeza, comenzó a pasar su lengua por encima de ellos para bajar por su barbilla, antes de llegar al cuello, Miyavi jaló un poco brusco pero al mismo tiempo delicadamente el cabello de Maya hacia abajo, con su mano derecha, la cual seguía en su nuca, para así levantar el rostro de Maya y poder besar con mayor facilidad su cuello.
Miyavi comenzó a besar el cuello de Maya, dando pequeños besos sobre su piel, pero, al poco tiempo, comenzó a darle pequeñas mordidas, dejando suaves marcas rojas en su piel. Lentamente las mordidas se hacían cada vez más intensas, haciendo que Maya dejara salir algunos gemidos de dolor y, antes de que Miyavi continuara su recorrido por el cuerpo de Maya, dio un beso del lado izquierdo del cuello de Maya, en el cual succionó su piel, dejando en ésta una marca roja, la cual poco a poco comenzaba a ponerse morada.
Miyavi: esto es para que sepan que eres sólo mío –Dijo levantando su rostro para ver fijamente a Maya, sin dejar de jalarlo por el cabello-
Así Miyavi levantó la playera de Maya lo más que pudo con su mano derecha para bajar su cabeza a la altura del abdomen de Maya y con esto, soltar su cabello. Miyavi comenzó a pasar su lengua por su abdomen y en momentos, daba pequeños besos en su piel, con su mano izquierda, Miyavi se quitó su gorro dejando caer su suave cabello negro sobre el abdomen de Maya, generando en éste una sensación única, Maya tenía sus ojos cerrados y se excitaba con cada caricia que sentía y, así, Miyavi subió hasta su pecho lamiéndolo delicadamente, pasando por su pezón derecho para lamerlo y succionarlo y así generar placer en el cuerpo de Maya. Miyavi, con su mano izquierda, levantó un poco el torso de Maya para sentarlo, Maya comprendió muy bien lo que Miyavi quería hacer por lo que se sentó y se quitó su playera para tirarla a un lado del sillón, después de tirar la playera, éste pasó sus brazos alrededor del cuello de Miyavi y volvió a recostarse llevándolo con él mientras le robaba un beso apasionado, en este momento Miyavi aprovechó para poner su rodilla derecha entre las piernas de Maya y la pegó junto a su miembro, al momento en que Maya sintió la rodilla de Miyavi junto a su miembro, Maya comenzó a mover sus caderas generando una fricción que llenaba de placer su cuerpo y, en ese momento, Miyavi se aseguró que Maya estaba totalmente excitado, por lo que no pudo evitar levantar su rostro para observar aquella expresión que anhelaba ver durante muchos años.
El rostro de Maya se encontraba un poco humedecido por el sudor, pero eso hacía ver su piel más tersa y suave, sus mejillas se encontraban ligeramente sonrojadas, y sus ojos aún se encontraban cerrados, Maya disfrutaba cada sentimiento de placer que generaba Miyavi en él. Miyavi, al ver esta expresión, no pudo contenerse más, por lo que se levantó y sacó su playera para tirarla a un lado, ésta calló encima de la mesa de centro, pero eso no preocupó en lo más mínimo a ambos, así Miyavi comenzó a desabrochar su pantalón y a bajar el cierre de éste para después llevar sus manos al cinturón de Maya y comenzar a desabrocharlo, en ese momento Maya abrió sus ojos para ver las acciones de Miyavi, inmediatamente llevó su mirada hacia su rostro y pudo ver algo inusual en la expresión de Miyavi, parecía ser un niño abriendo un regalo nuevo pero, al mismo tiempo, tenía una mirada muy sensual y provocativa, los ojos de Miyavi desviaron su mirada hacia los de Maya, su mirada estaba totalmente llena de excitación y placer, y unas infinitas ganas por hacer suyo el cuerpo de Maya. Miyavi regresó su mirada hacia lo que estaba haciendo y, después de desabrochar su cinturón comenzó a sacarlo lentamente para tirarlo junto con sus playeras, así prosiguió a desabrochar el botón del pantalón de Maya y a bajar el sierre, y una vez terminó de bajarlo, puso sus dedos de la mano derecha sobre su abdomen, para desplazarlos lentamente hacia su miembro, pasó por encima de la ropa interior y comenzó a acariciar su miembro por encima de ésta, Maya se sonrojó más aún.
Maya: ¡Ah!, Mi… Miyavi… No… ¡Ah! –Exclamó entre gemidos-
Miyavi: ¿Hm?, ¿qué?… ¿No quieres que haga esto? –Preguntó para después llevar su rostro a la altura del miembro de maya y bajar delicadamente su ropa interior junto con su pantalón dejando su miembro totalmente al descubierto-. Mira, es la primera vez que me dejas verlo, es hermoso… –Dijo con un tono muy cálido para después tomar el miembro de Maya con su mano derecha mientras su rostro yacía a un lado de éste-. Y ya está completamente erecto, estás disfrutando mucho ¿verdad?
Maya: tonto… -Contestó Maya con una voz un poco ahogada debido a que no quería que Miyavi se diera cuenta que en verdad estaba disfrutando mucho lo que hacía-
Lo único que podía hacer Maya en ese momento era tratar de agarrarse desesperadamente del forro de piel de su sillón, lo cual le era relativamente imposible por lo que llevó su mano derecha hacia la nuca de la cabeza de Miyavi y lo tomó por el cabello mientras mordía delicadamente su labio inferior expresando el placer que sentía. Miyavi llevó sus labios hacia la punta del miembro de Maya y dio un delicado beso a éste, en ese momento Miyavi sintió como Maya jalaba un poco más fuerte el cabello de Miyavi, esto provocó aún más placer en su cuerpo. Miyavi comenzó a mover su mano de arriba hacia abajo lentamente, haciendo que Maya comenzara a mover sus caderas al compás de los movimientos de Miyavi, mientras continuaba moviendo su mano, éste comenzó a lamer su miembro jugando con su lengua en la punta de éste, Maya dejaba salir unos gemidos totalmente dulces para los oídos de Miyavi, pronto Miyavi envolvió su miembro con sus labios y comenzó a mover su cabeza de arriba hacia abajo.
Los gemidos de Maya hacían que Miyavi no pudiera contenerse por más tiempo por lo que Miyavi sacó el miembro de Maya de su boca para lamer los dedos de su mano izquierda, al momento en que Maya sintió aquella acción de Miyavi éste abrió sus ojos y pudo observar como Miyavi humedecía sus dedos.
Maya: Al final, si terminaremos así ¿no?, está bien, después de todo, Miyavi en verdad me quiere –Pensó Maya al ver el rostro de Miyavi-
Una vez Miyavi terminó de lamer sus dedos, los llevó a la entrada de Maya, para pasarlos suavemente sobre ésta haciendo que Maya comenzara a apretar sus ojos en signo de que se preparaba para el dolor que eso provocaría y, sin previo aviso, Miyavi metió el primer dedo bruscamente, haciendo que el cuerpo de Maya se levantara un poco del sillón y una lágrima escapara de sus ojos; a pesar de que eso le había causado cierto dolor, éste era un dolor placentero. Miyavi comenzó a mover su dedo dentro de Maya mientras introducía su miembro nuevamente en su boca para seguir moviendo su cabeza y excitar más a Maya, así prosiguió a meter el segundo dedo, provocando el mismo efecto que el anterior. El placer y excitación llegaron a tal nivel en el cuerpo de Miyavi que no pudo esperar por más tiempo, éste sacó el miembro de Maya de su boca, y lo soltó, Maya al sentir esto soltó la cabeza de Miyavi, Miyavi se recargó sobre sus rodillas y bajó lentamente su pantalón hasta sacárselo completamente, en ese momento Maya no pudo evitar el desviar su mirada hacia el miembro de Miyavi y mirarlo con cierta vergüenza.
Miyavi: ¿qué te parece? –Preguntó con su tono prepotente al percatarse que Maya miraba fijamente su miembro-
Maya: ¡¿Eh?! –Exclamó sorprendido-
Miyavi dejó salir una pequeña risa y tomó el pantalón y la ropa interior de Maya y se los quitó completamente para dejarlo todo tirado por el suelo, Miyavi puso ambas rodillas entre las piernas de Maya y, tomando sus piernas, levantó su cuerpo para así acomodarlo y poder introducir bruscamente su miembro en la entrada de Maya, Maya no pudo evitar el dejar salir un gemido lleno de dolor.
Maya: ¡Ah!, ¡Miyavi! –Exclamó con un tono lleno de dolor-
Miyavi: Maya, no aguanto más… perdóname –Dijo levantando un poco las piernas de Maya para pasarlas entre sus brazos-
Miyavi no esperó ningún momento para que Maya pudiera acostumbrarse a tener su miembro dentro de él, así éste comenzó a moverse bruscamente hacia adelante y hacia atrás, Maya apretaba sus ojos lo más que podía puesto que el dolor era fuerte.
Maya: ¡Miyavi!, ¡Detente!... ¡Me duele! –Expresó entre gemidos con un volumen de voz un poco alto-
Miyavi: ¡Aguanta un poco más, por favor! –Decía mientras comenzaba a apresurar sus movimientos-
Maya: ¡Miyavi!, para por favor –Exclamó mientras comenzaba a llorar-
El dolor cada vez causaba más placer en el cuerpo de Maya, sin embargo, no se comparaba a la delicadeza de Aiji, Aiji se había procurado por el bien de Maya mientras que Miyavi sólo se encargaba de satisfacer su propio placer, en ese momento Maya se sintió totalmente sucio y usado, pero no era momento para detener las cosas, su decisión ya comenzaba a mostrar sus consecuencias. Miyavi cada vez embestía su cuerpo con mayor agresividad, Maya dejaba salir más lágrimas causadas por esos sentimientos tan vacíos, pero su cuerpo no dejaba de disfrutar del placer y gozo de la situación. Miyavi recostó totalmente a Maya y se puso sobre él y continuó embistiendo con todas sus fuerzas el cuerpo de Maya, el cabello de ambos estaba totalmente alborotado y humedecido por el sudor, sus gemidos se hacían cada vez más fuertes y su respiración estaba totalmente acelerada.
Miyavi: ¡Ah!, voy a correrme –Dijo haciendo sus movimientos lo más fuerte y profundo que podía-
Maya: ¡Ah!
En ese momento Maya sintió como Miyavi empujó con todas sus fuerzas tratando de llegar lo más profundo de su cuerpo, y en ese momento, un sentimiento cálido comenzó a recorrer el interior de Maya, el líquido de Miyavi estaba dentro de él, Maya era totalmente débil ante aquel sentimiento, el sentir como alguien se venía dentro de él era la mecha para lograr que Maya se corriera, por lo que no pudo evitarlo y Maya se corrió entre ambos, Miyavi se recostó rendido sobre Maya y lo abrazó suavemente.
Miyavi: Gracias Maya, había esperado años para poder hacer esto.
Maya: Sí… -Respondió con un tono muy débil-
Miyavi: quedémonos así un momento más, por favor
Así ambos se quedaron recostados sobre el sillón un rato más; durante éste rato Maya seguía dando vueltas al asunto, a pesar de que lo había hecho con su primer amor, no fue el mismo sentimiento, en ese momento se sentía totalmente vacío, tal vez peor que antes.
Miyavi: bien, creo que es momento de que me vaya –Dijo levantándose del sillón para recoger su ropa e ir al baño a limpiarse y poder vestirse-
Maya se quedó recostado en el sillón, parecía estar en shock, no movía ninguna parte de su cuerpo más que sus ojos, Miyavi salió del baño y se dio cuenta que Maya aún se encontraba ahí recostado, sin haberse movido ni un poco
Miyavi: Maya, ¿estás bien? –Preguntó con un poco de nerviosismo-
Maya no dio respuesta alguna.
Miyavi: bueno, tengo que irme, mañana debo hacer algo importante, nos vemos, espero esta ocasión se repita –Dijo con un tono seductor-
Y así Miyavi salió de la casa de Maya mientras éste se quedó recostado en su sofá.