PUES YOOOOO!!! hahahaha, perdonenme mucho por no subir capítulo desde hace siiiglos!!! pero pues puedo ponerle mil de pretextos tontos pero no dejarían de ser pretextos...
Ahora estoy dedicando mi servicio social de la universidad a un taller de escritura =D entonces tal vez tenga un poco más de tiempo para escribir y poder corregir mis males de escritura!! *OO*!
además, en mi formato de distribución de horas prometí que dedicaría 2 horas a la semana para escribir, así que!! =D! tal vez tengan capítulos de "Sólo contigo" más seguido!! (^^)!!
Que tengan bonito comienzo de semana y espero mi capítulo les de un buen comienzo del mes de FEBRERO! =D
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26.- Una vez más, frente a frente.
Finalmente un nuevo día comenzó y, como siempre, Aiji se levantó muy temprano para tomar una ducha.
–Mm… cuando termine de bañarme llamaré a Waka y saldré directo a la dirección que JayKay nos dio. – Pensaba Aiji mientras se bañaba.
Las gotas de agua pasaban por su cuerpo uniéndose unas con otras para formar chorros que caían al suelo para después irse por el drenaje. Aiji no podía dejar de cuestionarse sobre la noche anterior, debía controlar un poco más sus impulsos por consentir a Maya, después de todo, ya nada volvería a ser igual.
Una vez que Aiji terminó su ducha, abrió la cortina y buscó la toalla más cercana para amarrarla en su cintura, salió del baño y comenzó a buscar su celular.
–¿Dónde lo habré dejado? – Se preguntaba mientras pasaba su mirada alrededor del cuarto. Aiji se acercó a su cama y levantó una almohada, justo debajo de ésta se encontraba su celular; Aiji lo tomó y marcó el número de Waka.
– ¿Bueno? –
–Ah, hola Waka, ¿cómo estás? –
–Bien, bien, estoy a punto de salir, voy a buscar un trabajo de medio tiempo – Respondió Waka con un tono un poco disgustado.
–¿Enserio?, ¿Y tienes algún trabajo en mente? – Preguntó Aiji curiosamente.
– No, la verdad no… pero sólo es para poder mantenerme, así que cualquier cosa estará bien.
–Oh… ya veo…–
–¿Y tú qué harás hoy? –
–Hoy iremos a hacer la sesión de fotos para nuestro Single, supongo que será muy cansado.
–Oh, en todo caso espero que te vaya muy bien y que ese Maya no se enoje o se ponga de malas.
–Haha, ¿por qué lo dices? – Preguntó Aiji un poco desconcertado por el comentario.
–Pues las pocas veces que lo he tratado, parece ser muy malhumorado-
–Eso es porque el tonto está celoso de ti y no puede hacerse a la idea de que ya no le pertenezco- Pensó Aiji pero decidió no mencionarle nada a Waka pues podría ser muy rudo decir eso. – No es tan malhumorado como parece, es buen chico – Dijo Aiji para disfrazar sus pensamientos.
–Pues dudo que sea buena persona, pero bueno… ya me tengo que ir, iré a hacer otra entrevista de trabajo. –
–Ok, yo me vestiré para salir. –
–Ok, nos vemos Aijito-kun–
–Bye–
Aiji cortó la llamada y fue a buscar ropa limpia para vestirse.
–Definitivamente no puedo hablarle a Waka con cariño, no me salen las palabras y, peor aún, no puedo explicarle que todo es un malentendido y que yo realmente no quiero estar con ella… después de lo de ayer me di cuenta de eso, en verdad no quiero a nadie más –
Aiji se llevó sus manos al rostro para frotarlo suavemente y una vez que se vistió bajó a la cocina para prepararse un desayuno rápido, lo comió y salió de su casa rápidamente. Después de poner el seguro dio media vuelta y un gran camión captó la atención de Aiji.
–¿Y ahora que hace ese camión ahí? – Se preguntó Aiji desconcertado. –Parece ser un camión de mudanza… ¿A caso alguien se mudará cerca de aquí?, bueno, no puedo perder más tiempo, debo llegar al estudio a tiempo. –
Así Aiji continuó su camino al estudio fotográfico mientras pensaba en alguna buena manera para aclarar toda la situación con Waka puesto que Aiji comenzaba a sentirse incómodo. Después de transbordar unas líneas del metro, por fin llegó a la calle de su destino, sin embargo, no lograba ubicar el estudio pus había una inmensa cantidad de anuncios y espectaculares que impedían la visibilidad de los locales que había.
–Mm… ¿dónde se supone que debería estar el estudio? – Se preguntó Aiji mientras levantaba su mirada y buscaba algún letrero que lo guiara.
–Disculpe… ¿Podría decirme dónde puedo encontrar el estudio fotográfico “Fujima”? – Preguntó a lo lejos una voz que era conocida para Aiji.
–¿Hiko? – Se cuestionó Aiji un tanto inseguro, sin embargo el cabello rojizo lo hacía resaltar entre toda la gente del lugar.
–A... sí, el estudio fotográfico está entre aquellos dos edificios – Respondió la señora a la que Hiko se había dirigido señalando hacia un edificio que tenía un anuncio gigantesco de coca-cola y destacaba por su gran tamaño.
–Muchas gracias– Exclamó Hiko mientras hacía una pequeña reverencia.
–¡Hiko! – Gritó Aiji para llamarlo.
–¿Eh?, ¿Aiji?, ¿tú también te perdiste? –
–Si te dijera que no, sería una mentira muy tonta– Respondió sarcásticamente.
Hiko rió un poco y le repitió a Aiji lo que la señora le había dicho. En aquel lugar pasaba una gran cantidad de gente por lo que Aiji y Hiko se pusieron en marcha hacia el edificio que la señora le había señalado.
–Con permiso– Dijeron Aiji y Hiko al unísono una vez que entraron al local.
Unas risas parecían venir a través de una puerta que estaba al fondo del local, dichas risas despertaron la curiosidad de Hiko y Aiji puesto que en el vestíbulo no había nadie. Ambos se acercaron a la puerta y pusieron atención a la plática de las personas.
–Sí, sí, ¡Ahora ponte así! – Decía una voz llena de energía.
–cómo, ¿así? –
–Hahahahaha– rieron varias personas.
–Sí, ahora deberías bajar tu pantalón para que sea la mejor foto de todas – Dijo una voz nueva, la cual no se había distinguido entre las risas.
–¿Eh?, ¿Estás loco?, ¡No pienso hacer eso!, además, sabes que soy mucho hombre para ti. – Dijo sarcásticamente.
–Parece ser que a las personas a las que les toman la foto se la están pasando muy bien, ¿no crees? – Comentó Hiko mientras intercambiaba con Aiji una mirada de duda.
–Parece ser… espero que la nuestra sea así de animada. – Respondió Aiji.
–¡Ya regresé!, ¡abran paso a la verdadera estrella! – Exclamó una nueva voz desde el cuarto que se encontraba detrás de la puerta, sin embargo, esta voz no era tan nueva para Aiji, ésta era una voz que Aiji conocía muy bien y una chispa de furia comenzó a arder en su interior.
–¡No, no!, nos estamos divirtiendo mucho… además Yuji se está sacando fotos muy divertidas –
–Ya fueron muchas fotos para Yuji, me toca a mí. – Dijo el recién llegado con un tono berrinchudo y amenazador.
–Bueno, hagamos esto, detrás de la cámara hay unos cuantos juguetes, nosotros nos encargamos de tomarle a Takeru unas fotos en lo que ustedes eligen algunos juguetes para poder sacar fotos más divertidas – Dijo otra voz la cual, por las órdenes que daba, parecía ser el fotógrafo.
–¡Yey!, entonces que Takeru se saque las fotos que quiera. Le sedo mi lugar… prin-ce-sa– Exclamó Yuji en un tono muy molesto para Takeru.
–Cállate idiota– Respondió Takeru con un toque sarcástico y humorístico haciendo que todos en el lugar rieran, incluso Hiko dejó salir una pequeña carcajada, sin embargo Aiji había fruncido el ceño y parecía haberse molestado de un momento para otro.
–Haha… princesa, me gustaría poder ver como es esa linda princesa– Dijo Hiko burlándose de Takeru pero Aiji no dio respuesta alguna. Al percibir el silencio que se había creado entre él y Aiji éste volteó a ver el rostro de Aiji y pudo percibir el enojo en el que Aiji se había envuelto. –¿Qué pasa Aiji? – Preguntó curiosamente.
–No es nada– Respondió Aiji fríamente y desinteresado
Después de aquellas palabras Aiji comenzó a mirar a su alrededor buscando alguna silla para sentarse pues ya llevaba mucho tiempo parado y la caminata desde su casa hasta el estudio había sido muy larga. El local era muy pequeño, decorado con muchos cuadros con fotos en las cuatro paredes, al frente de la entrada había una vitrina donde atendían a las personas que recién llegaban y, en la pared de la derecha, había una puerta de madera que, por lo sucedido anteriormente, Aiji había deducido que llevaba al estudio fotográfico.
–Supongo que podemos sentarnos en esta parte– Dijo Aiji dirigiéndose a la pared izquierda del local para después sentarse en el suelo mientras recargaba su espalda en la pared.
–Oh, ¿no crees que nos vayan a decir algo? – Cuestionó Hiko puesto que no había sillas o sillones para poder sentarse.
–No te preocupes por eso, tú siéntate… por cierto, afuera ya no pude preguntarte pero… ¿por qué viniste si las fotos son sólo entre Maya y yo? – Preguntó Aiji educadamente para no ofenderlo.
–Ah, eso… lo que pasa es que JayKay me dijo que estuviera presente en la sesión de fotos para cuidar que ustedes dos no se peleen puesto que todos nos hemos dado cuenta que el ambiente entre ustedes dos ha estado muy tenso. –
–mm… entonces así fue… ¿Nos hemos comportado tan mal frente ustedes? – Preguntó Aiji un poco desanimado.
–Estaría mintiendo si te dijera que no – Contestó Hiko con las mismas palabras que Aiji le había dicho antes.
Ambos esbozaron una sonrisa en el rostro pero lentamente Aiji comenzó a bajar su mirada y su sonrisa comenzó a borrarse de éste. Hiko decidió guardar silencio para no incomodar más a Aiji, sin embargo la curiosidad de éste le impedía mantener el silencio que quería.
–Por cierto, tal vez no debería preguntar pero… hace un rato, ¿qué pasó?, ¿por qué te pusiste como enojado o melancólico?
–¿Eh?, ¿de qué hablas?, no he estado así en ningún momento. – Respondió Aiji tratando de evadir la pregunta.
–Mm… Bueno, si no quieres responder no importa pero tampoco soy tonto, no me puedes engañar con esa respuesta. –
Aiji comenzó a pensar un poco sobre Hiko, si era conveniente contarle lo sucedido o continuar con su silencio, después de todo, a pesar de que Hiko era un miembro de soporte éste seguía formando parte de LM.C y parte de la música y problemas de LM.C pertenecían a Hiko.
Después de dudar un poco Aiji pensó que si respondía aquella duda la curiosidad de Hiko se vería saciada y, de este modo, no trataría de indagar más en su relación con Maya por lo que Aiji decidió contestar prudentemente. –Lo que pasa es que, el tal “Takeru” que se encuentra detrás de esa puerta molestó a Maya hace tiempo… pero aquella broma fue muy pesada y de mal gusto. La verdad es que no sé cuanto afecto a Maya aquella broma, es por eso que no soporto escuchar el nombre de Takeru y mucho menos tenerlo enfrente. Takeru se me hace muy prepotente y egocéntrico por eso, ahorita que escuché su voz y caí en cuenta de que es él quien está dentro tomándose fotos, me enojé ya que no puedo perdonarlo. –
–Oh, ya veo y… supongo que tú hiciste algo ¿no? –
–¿A qué te refieres con “algo”? – Preguntó Aiji un poco confundido.
–Sí, algo así como defenderlo, ayudarlo o apoyarlo… –
–Ah, pues sí, algo así… sólo hice lo que estaba en mis manos. –
–Heeeee… me imagino… está bien. Espero ese tal Takeru no vuelva a hacerle algo mala a Maya, después de todo, es demasiado tonto como para defenderse él mismo. – Dijo Hiko con un tono muy burlón.
–Ya no importa… además eso tiene mucho tiempo que pasó. – Dijo Aiji para poner fin a aquella conversación que, hasta cierto punto, se estaba volviendo incómoda.
–Sí, eso es cierto. Cambiando de tema… ¿Cuánto tiempo más tardarán en tomarse fotos?, ya me cansé de estar sentado en el suelo – Expresó Hiko un poco molesto mientras se levantaba para dirigirse hacia la puerta que estaba en la pared derecha del recibidor.
–No sé pero, si salen antes de que Maya llegue igual no podríamos comenzar. Tenemos que esperar a ese idiota. Lo más seguro es que se perdió.–
–Hahaha, tienes razón… me pregunto si deberíamos ir a buscarle. –
–No, dejemos que esta vez se las arregle solo. – Dijo Aiji en un tono muy seguro, sin embargo su rostro mostraba cierta preocupación por la ausencia de Maya. –
Hiko y Aiji se quedaron en aquel lugar platicando un poco sobre lo que habían hecho la noche anterior y Aiji habló un poco sobre su vida antes de formar LM.C.
–¡Ah!, ¡Maldición! ¿Qué pasa con este lugar?, ¿dónde se supone que debe estar? – Se preguntaba Maya en voz alta totalmente enfurecido y con un tono berrinchudo. La voz de Maya fue tan alta que Aiji y Hiko pudieron escuchar tales berrinches dentro del recibidor.
–¿No te parece haber escuchado a Maya? – Preguntó Hiko interrumpiendo su plática súbitamente.
–Estoy totalmente que ese berrinche es de Maya, sus berrinches son inconfundibles. –
Aiji se levantó con cierta molestia, su rostro parecía expresar un pensamiento parecido a: “aquí vamos otra vez” puesto que parecía que una vez más tendría que cuidar de Maya. Una vez que se levantó éste se dirigió hacia la puerta que daba a la calle y la abrió.
–¡MASAHITO! – Gritó Aiji con tal volumen de voz que todas las personas de la calle voltearon a verlo. Maya, al igual que la multitud, volteó hacia Aiji pues la voz que había sonado tan fuertemente creaba una calidez en su cuerpo.
–¡Senpai! ¡Ahí estás! – Respondió Maya con un volumen de voz tan alto como el de Aiji mientras corría hacia el lugar donde éste se encontraba.
Una vez que Maya llegó al lado de Aiji éste le dio una palmada en la cabeza en signo de regaño.
–¡Tonto! –, no vengas gritando nuestro nombre artístico como si nada, ¿qué pasaría si las fans descubren que estamos aquí? – Dijo Aiji regañando fuertemente a Maya.
–Aww… perdón, es que no estoy acostumbrado a llamarte por tu nombre – Maya dijo en su defensa.
–Pues ya va siendo momento de que comiences a llamarme por mi nombre en la calle… no podemos exponernos tanto, ¿te imaginas las consecuencias que habrían si se corre el rumor de que estamos aquí? – Comenzó a sermonear Aiji a Maya en base a sus experiencias que había tenido anteriormente en Pierrot.
–Pero… en parte sería bonito que todas esas chicas lindas nos rodearan e hicieran muchos cariños, ¿no crees? – Maya se había dejado llevar por su imaginación y deseos por ser mimado nuevamente.
–Claro… como ayer ¿no? –
–Bueno, pues al principio fue muy bonito… – Maya se dio cuenta de que Aiji tenía razón, esa experiencia había sido muy incómoda y molesta, sin embargo, esas ganas por ganar y ser quien manda le impedían a Maya aceptar su derrota por lo que trató de justificarse. –… pero todo se arruinó totalmente cuando apareciste– Una vez terminada su frase, Maya volteó a ver el rostro de Aiji esperando haber causado en él aunque sea una pequeña molestia o celos. La verdad era es que Maya agradecía totalmente la aparición de Aiji y, al mismo tiempo, a las fans que fueron la causa de que Aiji lo guiara hasta su casa como en los viejos tiempos.
–¡Ah!, entonces así fue… qué bueno que me lo dices para que en la siguiente ocasión no te ayude.
–¡¿Eh?!, ¡no!, ¡no es eso!... – Maya se retractó de sus palabras al ver el mal rumbo al que lo había llevado su comentario.
–¿Entonces? – Aiji preguntó indiferentemente pues sabía perfectamente que no eran esas las verdaderas palabras del corazón de Maya pero, por otro lado, el corazón de Aiji anhelaba escuchar a Maya diciendo que lo necesitaba.
–Yo… no es eso… es que, ayer sí me ayudaste… gracias… – Dijo Maya muy avergonzado puesto que esas últimas palabras eran la aceptación de su derrota. –Perdón por no haberlo dicho antes. –
–Haha… tonto. Está bien, no tienes que agradecerme nada, después de todo creo que siempre tendré que andarte cuidando como a un niño pequeño. Ya olvídalo y entra al estudio. – Dijo Aiji con un tono molesto pero al mismo tiempo bromista.
Una vez más el corazón de Aiji se había envuelto con esa calidez que sólo Maya podía otorgar. Ambos entraron al estudio y Hiko se puso de pie para poder saludar a Maya.
–¡Llegas tarde!– Exclamó Hiko dando un suave golpe en con el puño en el hombro de Maya.
–Ah… sí claro, Hola, ¿cómo estás? – Respondió Maya sarcásticamente para hacer notar la descortesía en las palabras de Hiko.
–Haha, hola – Dijo Hiko sin darle la más mínima importancia a sus palabras.
–Tonto…– rió Maya tiernamente –y ¿qué hacen aquí?, ¿no deberíamos estar tomándonos ya las fotos?
–Pues parece ser que hay otras personas usando el estudio así que tenemos que esperar un poco a que se desocupe– Dijo Aiji con ese tono serio característico en él.
–Hum… bueno, no importa. Supongo que no podemos hacer otra cosa mas que esperar. –Mientras Maya decía aquellas palabras, éste se dirigió hacia el lugar en el que Hiko estaba sentado anteriormente y ocupó su lugar.
Aiji y Hiko se sentaron cerca de Maya y comenzaron a platicar. Durante su charla Aiji comenzó a buscar cómo sacar el tema sobre Takeru para poder avisarle que éste era quien se encontraba usando el estudio. Después de varios intentos por tratar de hablar sobre su pasado Aiji logró tocar el tema de Takeru.
–Ah sí, Aiji me contó un poco sobre aquel suceso… ¿Takeru te hizo algo muy malo? – Preguntó Hiko lleno de curiosidad pues aquella historia parecía guardar muchos secretos.
Maya se quedó congelado al escuchar que Hiko había mencionado el nombre de Takeru y, sobre todo, que sabía de aquella situación. Si bien era algo que ya tenía tiempo de haber pasado, los sentimientos de traición y miedo invadieron su cuerpo como siempre lo hacían al recordar aquel suceso.
Finalmente Maya decidió dar a Hiko una respuesta pero ésta se vio interrumpida por la puerta del estudio la cual se abrió permitiendo la salida a todas las personas que se encontraban dentro. Maya, Hiko y Aiji guardaron total silencio y se levantaron de su lugar para recibir al camarógrafo como era debido. La primera persona en salir por la puerta fue Takeru, esto causó en Maya un sentimiento de confusión tan fuerte que quedó sumergido totalmente en sus pensamientos. Takeru traía la mirada baja por lo que éste no se había percatado de la presencia de Maya, Aiji y Hiko.
Aiji, al momento de ver a Takeru se vio sumergido en una gran confusión interna, no sabía si debía decirle algo a Maya para sacarlo de sus pensamientos o esperar a ver cómo reaccionaba Takeru ante tan inesperado encuentro. “¿Qué debería hacer?” Era la pregunta que no salía de la mente de Aiji en esos momentos.
Por otro lado Maya estaba pasmado por la aparición de Takeru; las imágenes de la noche en que Takeru intentó abusar de él salieron de sus recuerdos para ser mostradas en su mente una y otra vez. Maya había comenzado a revivir nuevamente aquella situación.
–¡Listo!– Takeru exclamó al momento en que apretó el botón de “enviar” para así finalmente levantar su mirada y observar a las personas que se encontraban ahí. Éste quedó totalmente asombrado al ver aquella figura que se encontraba al final de la sala de espera.
–¡Oh!... – Takeru detuvo sus pasos y se quedó totalmente inmóvil al observar a Maya. El rostro de Maya estaba totalmente pálido, su mirada fija en el rostro de Takeru y en sus ojos se podía observar un gran nerviosismo y ganas de huir pero al parecer su cuerpo no cumplía sus deseos.
–¿Qué pasa Takeru? ¿Por qué te detienes? – Yuji preguntó poco después de que Takeru se quedara congelado.
Takeru no dio respuesta alguna, en ese momento Chiyu, Yuji y Masato se acercaron a él y comenzaron a cuestionarlo de un modo muy molesto, las preguntas no cesaban pero parecía que Takeru no ponía atención alguna a todas aquellas preguntas. Súbitamente una sonrisa apareció en el rostro de Takeru y éste comenzó a caminar hacia donde Maya se encontraba. Todos en la habitación miraban fijamente a Takeru pues se encontraban extrañados de sus acciones.
Cuando Takeru estuvo frente a Maya, éste levantó su vista y llevó su mano derecha a la altura de la mejilla de Maya para mover un poco su cabello y así descubrir su pálido rostro. Una vez que pudo observar aquella hermosura, Takeru puso su mano delicadamente sobre su mejilla y así, una vez más aquellas manos sentían la suavidad de la piel de Maya.
–Tu piel sigue siendo igual de suave como la última vez que tuve la dicha de sentirla– Dijo Takeru con un tono de voz muy provocador haciendo que todos en la sala quedaran atónitos. Maya quedó sin palabras, aquel miedo provocado por las palabras de Takeru paralizaban cualquier movimiento de su cuerpo.
–Oye Takeru, déjalo en paz– Dijo Yuji con un tono bromista pues todos los que se encontraban en la sala querían creer que sólo se trataba de una broma de mal gusto.
–Sí, ya déjalo en paz y vámonos– Chiyu insistió.
Sin embargo sus palabras fueron ignoradas totalmente por Takeru, era como si éste quisiera que nadie se encontrara en aquella sala para así poder estar a solas con Maya.
De pronto, Takeru hizo algo que dejó atónitos a todos en aquella sala. Los brazos de Takeru comenzaron a rodear el cuerpo de Maya por su cintura, Takeru puso sus palmas sobre la espalda baja de Maya para así jalar suavemente el cuerpo de Maya hacia el de Takeru haciendo que el contacto corporal entre ambos fuera demasiado.
–¡Hey Takeru! ¡¿Qué crees que estás haciendo?! – Preguntó Yuji totalmente sorprendido.
–Uh… extrañaba mucho el calor de tu cuerpo Maya…– Exclamó Takeru mientras recargaba delicadamente su cabeza sobre el Pecho de Maya.
Aiji no podía aguantar más aquella escena, si bien éste se encontraba sumamente molesto por las acciones infantiles y la traición de Maya, no podía permitir que Takeru se pasara de listo con su cuerpo, y mucho menos en frente de tanta gente. Rápidamente Aiji se acercó hacia donde se encontraba Maya, tomó a Takeru por el cuello de la camisa para jalarlo y separarlo de Maya.
–¡No quieras pasarte de listo otra vez! Ahora yo estoy aquí para proteger a Maya y no permitiré que tus sucias manos lo toquen– Dijo Aiji con un tono de voz sumamente elevado y molesto.
–¡Oye! ¡Tranquilízate ¿sí?! – Exclamó Chiyu con un tono similar al de Aiji.
Ambos fijaron su furiosa mirada en los ojos del otro, parecía que en cualquier momento ambos convertirían aquella mirada en golpes. Takeru volteó a ver a Aiji con una mirada llena de odio pues a éste le molestaba rotundamente que Aiji siempre se entrometiera en sus asuntos; así Takeru se acercó a Aiji con una actitud muy firme y acercó sus labios al oído de Aiji lo más que pudo.
–Cuídalo muy bien porque podrías perderlo–
Aiji enfureció totalmente al terminar de escuchar aquellas palabras pero no pudo decir o hacer algo pues Takeru se dirigió directamente hacia la puerta junto con todos sus amigos. Chiyu fue el último en salir del local pues éste continuaba mirando a Aiji con mucha furia pero no podía quedarse en aquel lugar por mucho tiempo por lo que dejó de lado aquel enojo que sentía y acompañó a sus amigos.
